Lantern Min An Culture Hub hero

Siete importantes logros de la UNESCO en su labor de preservaci¨®n del patrimonio cultural

?C¨®mo se protege un patrimonio cultural? Desde la salvaguardia de los sitios del Patrimonio Mundial hasta el reconocimiento de los elementos del patrimonio inmaterial, pasando por el apoyo a la econom¨ªa creativa.
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?ltima actualizaci¨®n:24 de Mayo de 2022

La preservaci¨®n del patrimonio cultural, una aut¨¦ntica fuerza para construir un mundo mejor

?Por qu¨¦ debemos esforzarnos al m¨¢ximo para preservar la cultura y hacerla florecer? La cultura es un recurso que fortalece la identidad y la cohesi¨®n de las comunidades humanas. En un mundo interconectado como el nuestro, es tambi¨¦n uno de los recursos m¨¢s potentes de que disponemos para transformar las sociedades y renovar las ideas. El papel de la UNESCO es proporcionar los instrumentos y capacidades que necesitamos para sacar el m¨¢ximo partido de su energ¨ªa renovable.

Los monumentos y lugares hist¨®ricos, el patrimonio vivo y los sitios naturales enriquecen nuestra vida diaria de innumerables formas, ya sea teniendo un contacto personal directo con ellos o mediante cualquier dispositivo conectado. La diversidad cultural y la creatividad son las impulsoras naturales de la innovaci¨®n. Los artistas, creadores e int¨¦rpretes nos ayudan a cambiar de muchas maneras nuestra visi¨®n del mundo y a replantearnos nuestro entorno. Todos estos elementos son muy valiosos para poder afrontar los problemas del mundo contempor¨¢neo, desde crisis clim¨¢tica hasta la pandemia de COVID-19.

La noci¨®n de lo que es la cultura ha evolucionado enormemente en los ¨²ltimos 75 a?os. Las actividades llevadas a cabo por UNESCO en los ¨²ltimos decenios atestiguan las m¨²ltiples formas en que la humanidad ha tratado de entender progresivamente c¨®mo la cultura puede fortalecer en nosotros el sentido de lo que somos. Primero, con la toma de conciencia de la necesidad de proteger el patrimonio cultural contra las destrucciones que surgi¨® al finalizar la Segunda Guerra Mundial; luego, con la puesta en marcha de campa?as internacionales para salvaguardar sitios del Patrimonio Mundial; despu¨¦s, con la elaboraci¨®n e integraci¨®n del concepto del patrimonio e inmaterial; y, por ¨²ltimo, con la focalizaci¨®n en la importancia que tiene la econom¨ªa creativa y en lo necesario que es mantener los empleos culturales y los medios de subsistencia de quienes los ejercen. En el ¨²ltimo siglo, nuestra relaci¨®n con la cultura ha experimentado un profundo cambio. Si examinamos el pasado, podremos estar mejor preparados para afrontar los nuevos cambios que se avecinan en el futuro.

Los Estados Unidos se unir¨¢n a la empresa internacional que ha captado la imaginaci¨®n y la simpat¨ªa de la gente de todo el mundo, participando por consiguiente en la preservaci¨®n de las civilizaciones, y as¨ª fortaleceremos y enriqueceremos nuestra propia civilizaci¨®n.

John Fitzgerald Kennedy35? Presidente de los Estados Unidos

Abu Simbel ¨C No tenemos que escoger entre los vivos y los muertos

Pocos minutos antes de la salida del sol, miles of visitantes se alinean en el interior del templo de Abu Simbel, conteniendo la respiraci¨®n. Han acudido all¨ª para ser testigos de un excepcional acontecimiento que tiene lugar dos veces al a?o desde 30 siglos atr¨¢s. En efecto, justo a las 6.29 h de la ma?ana, los rayos del astro solar penetran por la estrecha entrada del templo y recorren m¨¢s de 70 metros en su interior, pasando entre los inmensos pilares de su vest¨ªbulo, hasta iluminar con su luz resplandeciente la estatua situada al fondo del santuario del fara¨®n Rams¨¦s II, el soberano que orden¨® su construcci¨®n en el siglo XIII a.de C.

Tallado en una colina rocosa, el Templo del Sol Naciente se concibi¨® para mostrar al pueblo nubio de la regi¨®n del Alto Nilo el poder¨ªo del m¨¢s grande de los faraones de Egipto. Con el correr del tiempo, este gran templo y sus dependencias subalternas fueron enterrados por la arena y quedaron sepultados durante siglos hasta su redescubrimiento en el a?o 1813. Este excepcional dechado de los conocimientos astron¨®micos y las t¨¦cnicas arquitect¨®nicas de la antigua civilizaci¨®n egipcia todav¨ªa se puede admirar hoy en d¨ªa.

Algo m¨¢s despu¨¦s de un siglo de su redescubrimiento, los vestigios m¨¢s meridionales de la antigua civilizaci¨®n egipcia corrieron el peligro de ser abandonados y anegados por la crecida de las aguas del Nilo a causa de la construcci¨®n de la Gran Presa de Asu¨¢n. Concebido para fomentar el desarrollo de la agricultura, la econom¨ªa y la independencia de Egipto, el proyecto de construcci¨®n de esta presa provoc¨® un debate mundial que, a partir de ese momento, aliment¨® sin cesar las primeras planas de la prensa y las discusiones del p¨²blico. ?Se deb¨ªa optar por la conservaci¨®n de los monumentos de los muertos del pasado, o por la prosperidad econ¨®mica de los vivos de hoy? ?Por qu¨¦ se deb¨ªan prodigar atenciones a los vestigios de piedra y edificios de la antig¨¹edad, cuando en el mundo contempor¨¢neo hab¨ªa tant¨ªsima gente que pasaba hambre y necesitaba ayuda urgente?

En su campa?a sin precedentes para salvaguardar los templos de Egipto, la UNESCO demostr¨® por el contrario que la humanidad no deb¨ªa sacrificar su pasado para que su presente fuera m¨¢s pr¨®spero. En efecto, los monumentos de excepcional valor universal no s¨®lo nos ayudan a comprender qui¨¦nes somos los seres humanos, sino que adem¨¢s nos ofrecen enormes posibilidades de desarrollo. Dos mil a?os despu¨¦s de que un autor y cient¨ªfico griego hiciera el famoso inventario de las siete maravillas del mundo, cobr¨® vida la noci¨®n misma de Patrimonio Cultural Mundial.

comenz¨® en 1964, cuando la UNESCO empez¨® a coordinar para afrontar uno de mayores retos jam¨¢s planteados hasta entonces a la . Todo el templo de Abu Simbel fue cortado con esmero en grandes bloques, que una vez desmontados, transportados y ensamblados se colocaron en un nuevo emplazamiento situado a 65 metros por encima de las aguas del Nilo y a unos 200 metros de su orilla.

Actualmente, las cuatro estatuas majestuosas que guardan la entrada del gran templo miran a diario fijamente al r¨ªo y al sol naciente, tal y como lo hac¨ªan 3.000 a?os atr¨¢s. El ¨¦xito de la cooperaci¨®n internacional en el salvamento de Abu Simbel hizo cobrar al p¨²blico conciencia de que por todo el mundo hab¨ªa sitios culturales y naturales de un excepcional valor universal que, como en el caso de los monumentos del valle del Nilo, deb¨ªan ser protegidos contra los m¨²ltiples peligros que para ellos podr¨ªan suponer los conflictos armados, las destrucciones deliberadas, las presiones econ¨®micas, los desastres naturales y el cambio clim¨¢tico.

La Convenci¨®n sobre la Protecci¨®n del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, adoptada en 1972, es el instrumento jur¨ªdico internacional que consagr¨® la noci¨®n de patrimonio mundial y agrupa a las naciones del planeta con el objetivo com¨²n de preservarlo. Rubricada por 194 Estados Miembros, esta convenci¨®n es actualmente una de las que ha obtenido m¨¢s ratificaciones en todo el mundo.

?C¨®mo se inscribe un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO?

Para que se inscriba un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, su candidatura debe proponerla el pa¨ªs en el que ¨¦ste se halle. Un grupo de expertos internacionales examina la propuesta y dictamina si se justifica la inclusi¨®n del sitio en la Lista. Por ¨²ltimo, el Comit¨¦ del Patrimonio Mundial, un ¨®rgano compuesto por 21 Estados Miembros de la UNESCO elegidos, decide por votaci¨®n si se acepta o no la inscripci¨®n.

Venecia ¨C ?Pueden coexistir la salvaguardia del patrimonio cultural y el turismo mundial?

Pocos a?os despu¨¦s de la iniciativa para salvar los templos de Nubia, se emprendi¨® para dar respuesta a diversos problemas como el ascenso de las aguas de su laguna y la explosi¨®n del turismo mundial.

Al salir de la estaci¨®n ferroviaria de Venecia a una hora temprana de un d¨ªa oto?al, los visitantes se topan con la visi¨®n de una densa capa blanda de niebla sobre el Gran Canal ¨Cla ¡°calle mayor¡± de la ciudad¨C provocada por el contacto del aire g¨¦lido con el agua. La iglesia de San Simeone Piccolo, con su desmesurada c¨²pula y sus esbeltas columnas neocl¨¢sicas, parece estar flotando sobre las aguas de la laguna junto con sus edificios vecinos. Esta es la visi¨®n con la que acoge a los millones de visitantes llegados de todo el mundo la ciudad que en su edad de oro fue la Seren¨ªsima Rep¨²blica de Venecia, una de las potencias econ¨®micas m¨¢s pr¨®speras de toda Europa.

Sin embargo, esta ciudad de sobrecogedora belleza, que ha inspirado a un sinf¨ªn de pintores, escritores y artistas a lo largo de los siglos, es muy endeble y corre el riesgo de desaparecer para siempre. Al igual que en el caso del templo de Abu Simbel, la supervivencia de Venecia se ve amenazada por el agua. La inexorable elevaci¨®n del nivel del mar causa inundaciones que han llegado a ser peri¨®dicas. La humedad y los microorganismos est¨¢n carcomiendo los largos pilotes de madera que los primeros habitantes del lugar hincaron, hace ya unos 16 siglos, en el fondo fangoso de la laguna para poner los primeros cimientos de Venecia.

Despu¨¦s de 1966, el a?o en que Venecia sufri¨® la peor inundaci¨®n de su historia, la UNESCO y el gobierno italiano iniciaron una importante campa?a para salvar la ciudad. Se emprendi¨® un ambicioso proyecto de instalaci¨®n de gigantescas compuertas m¨®viles para aislar temporalmente la laguna de las mareas altas y proteger las zonas m¨¢s bajas de la ciudad contra las inundaciones. Treinta a?os m¨¢s tarde, hubo acuerdo un¨¢nime en que la operaci¨®n de salvar a Venecia hab¨ªa dado resultados excelentes tanto en el plano de los avances t¨¦cnicos como en el de la cooperaci¨®n internacional.

No obstante, la supervivencia de la ciudad sigue necesitando que se le presten cuidados atentos y que se reiteren los llamamientos a mantenerse incansablemente vigilantes, porque sobre Venecia pesan varias amenazas: el turismo masivo; los posibles da?os derivados del desarrollo urbano; y el flujo constante de cruceros tur¨ªsticos gigantes que deterioran los fr¨¢giles cimientos de sus edificios.

La movilizaci¨®n y las presiones internacionales sobre la situaci¨®n de Venecia han conducido al gobierno italiano a tomar en 2021 la decisi¨®n de prohibir la presencia de nav¨ªos de gran calado en el centro de la ciudad, una medida imprescindible para proteger su integridad medioambiental, paisaj¨ªstica, art¨ªstica y cultural. Esta decisi¨®n se adopt¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de que la UNESCO anunciara su intenci¨®n de inscribir a Venecia en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Hasta que se localice un lugar apto para construir un muelle de atraque permanente destinado a los grandes cruceros, a ¨¦stos s¨®lo se les permitir¨¢ fondear en Marghera, un suburbio industrial de Venecia. Las decisiones de este tipo muestran cu¨¢n compleja es la protecci¨®n de las ciudades hist¨®ricas y los centros urbanos con ricos patrimonios culturales que, en situaciones particulares, exige la adopci¨®n de medidas muy individualizas y el uso de t¨¦cnicas muy distintas de las que se utilizaron para salvaguardar los legendarios templos de Egipto.

Si todos los museos del Nuevo Mundo fueran saqueados, si todos los edificios famosos del Viejo Mundo quedaran destruidos y solamente Venecia se salvara, bastar¨ªa con pasarse en ella la vida entera con deleite. Venecia, con toda su complejidad y variedad, es de por s¨ª la mayor obra de arte que queda en el mundo.

Evelyn WaughNovelista, periodista y escritora de viajes inglesa

Angkor ¨C Un logrado ejemplo de cooperaci¨®n internacional duradera

En lo m¨¢s profundo de los bosques de Camboya, en la Provincia de Siem Reap, se yerguen hacia el cielo las cinco torres del majestuoso templo de Angkor Vat en forma de flor de loto. Al acercarse a la entrada principal, la gran magnitud del templo y la exacta simetr¨ªa de sus edificios producen una honda impresi¨®n. Es el monumento religioso m¨¢s grande del mundo.

Angkor Vat formaba parte de una vasta ciudad, tan grande como Londres, que entre los siglos IX y XV fue la capital del imperio jemer, cuyo territorio se extend¨ªa desde el sur del Vietnam hasta Laos y desde el r¨ªo Mekong hasta el este de Myanmar. Hacia el a?o 1.500 la capital jemer fue abandonada por sus habitantes, probablemente despu¨¦s de haber sufrido grandes inundaciones y prolongadas sequ¨ªas. La vegetaci¨®n de los bosques circundantes invadi¨® totalmente sus templos y edificios, as¨ª como su complejo sistema de regad¨ªo, ocult¨¢ndolos por completo hasta su redescubrimiento en 1860.

Hacia principios del decenio de 1990, el sitio se hallaba en una situaci¨®n e grave peligro porque muchos templos corr¨ªan grandes riesgos de derrumbarse y un cierto n¨²mero de ellos hab¨ªan sido v¨ªctimas de saqueos. Los trabajos de conservaci¨®n de Angkor se hab¨ªan visto imposibilitados por el estallido de la guerra civil, la victoria del r¨¦gimen de los jemeres rojos y los posteriores conflictos pol¨ªticos y sociales.

La inscripci¨®n del templo de Angkor Vat en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1992 marc¨® un hito en la recuperaci¨®n de Camboya, despu¨¦s de tantos a?os de conflicto. La preservaci¨®n de los templos respaldada por la UNESCO ten¨ªa por objeto contribuir al desarrollo de la naci¨®n y a la reconciliaci¨®n nacional. La acci¨®n llevada a cabo por el (ICC-Angkor) fue un ejemplo notable de solidaridad internacional y constituy¨® uno de los logros m¨¢s impresionantes de la UNESCO en su labor de preservaci¨®n del patrimonio cultural. Treinta pa¨ªses y un grupo especial de expertos en proyectos de investigaci¨®n cient¨ªfica, restauraci¨®n y conservaci¨®n de monumentos se unieron para trabajar con un enfoque innovador que aunaba las operaciones de salvaguardia del patrimonio cultural con las actividades destinadas a fomentar el desarrollo sostenible.

En el espacio de 25 a?os, el sitio de Angkor se ha convertido en un laboratorio viviente que ha demostrado su capacidad para desarrollar el potencial del turismo sostenible y la artesan¨ªa, movilizando la participaci¨®n de las comunidades locales de 112 aldeas en estas actividades y reforzando as¨ª la cohesi¨®n social. Este gigantesco sitio cultural sustenta actualmente a unos 700.000 habitantes y cada a?o debe gestionar un flujo tur¨ªstico de unos cinco millones de visitantes. Las autoridades que lo regentan est¨¢n llevando a cabo varios proyectos destinados a mejorar la vida de las comunidades, mediante la aplicaci¨®n de medidas en favor de un turismo sostenible que respete la sensibilidad de la poblaci¨®n local. El hecho de que el sitio se haya podido retirar de la Lista de la UNESCO del Patrimonio Mundial en Peligro, al cabo de 14 a?os apenas, es todo un logro meritorio atribuible al pueblo camboyano.

Si un proyecto de esta envergadura se ha podido realizar con ¨¦xito en un pa¨ªs que en 1992 acababa de salir de m¨¢s de dos decenios conflictos armados, esto pone de manifiesto todo el potencial que encierran tanto la Convenci¨®n sobre la Protecci¨®n del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de la UNESCO como las actividades lideradas por la Organizaci¨®n en el ¨¢mbito de la solidaridad internacional.

Paseando por el templo, vi los testimonios de la pr¨®spera civilizaci¨®n que los edific¨®: centenares de hermosas im¨¢genes esculpidas en sus muros que contaban episodios de la historia de los antiguos habitantes; amplias galer¨ªas en las que probablemente hab¨ªan entonado sus plegarias; y largos corredores alineados con pilares por los debieron transitar.

Nadie sabe con certeza por qu¨¦ causas el poder del imperio jemer abandon¨® este templo y la ciudad circundante, pero lo cierto es que en el siglo XV casi todos sus habitantes ya se hab¨ªan ido. Los ¨¢rboles empezaron a crecer sobre las piedras de los santuarios, ocult¨¢ndolos. Solamente algunos monjes budistas que se hab¨ªan quedado se dedicaron a cuidar esos templos escondidos por la vegetaci¨®n y a orar en ellos.

Todo eso no ha impedido que peregrinos y visitantes sigan viajando aqu¨ª para admirar estos incre¨ªbles edificios. Ahora, muchos siglos despu¨¦s, no puedo sino estar muy agradecida por haber podido contarme, yo misma, entre el n¨²mero de sus visitantes.

Michelle Obamaex Primera Dama de los Estados Unidos

Mostar ¨C La importancia de los s¨ªmbolos en la guerra y en la paz

En Bosnia-Herzegovina, los d¨ªas finales del mes de julio marcan el pico estival de la afluencia de turistas que recorren las calles empedradas de la acogedora ciudad medieval de Mostar, depositaria de una larga y rica historia caracterizada por la coexistencia pac¨ªfica de tres comunidades: bosnios musulmanes, serbios ortodoxos y croatas cat¨®licos. Cuando llegan a Mostar, los visitantes de todo el mundo lo primero que hacen es ir directamente a contemplar su monumento m¨¢s emblem¨¢tico, el Puente Viejo, conocido localmente por el nombre de ¡°Stari Most¡±.

Obra maestra de la arquitectura otomana, este puente era todo un s¨ªmbolo de la unidad entre las diferentes comunidades que hab¨ªan convivido en Mostar secularmente. Desde el siglo XVI hasta la guerra de Bosnia, fue siempre el punto com¨²n de tr¨¢nsito, enlace y encuentro que les permit¨ªa a todas ellas atravesar el r¨ªo Neretva para trasladarse desde la parte oriental de la ciudad, habitada por bosnios musulmanes, a la parte occidental, poblada por serbios y croatas cristianos. Por ser el ¡°Stari Most¡± un puente peatonal y carente por completo de cualquier valor estrat¨¦gico o militar, lo ¨²nico que entra?¨® su destrucci¨®n en 1993 fue separar por la fuerza a todas esas comunidades vecinas e imponerles que no se mezclaran entre s¨ª. Las ruinas del puente se hundieron, pues, en el r¨ªo, junto con los valores morales de paz y entendimiento mutuo que su antiguo arco hab¨ªa encarnado durante siglos.

Cinco a?os despu¨¦s, la UNESCO coordin¨® un proyecto destinado a reconstruir el Puente Viejo. Pese a que las cicatrices de la guerra se pueden ver todav¨ªa hoy en los muros de la ciudad, el puente reconstruido se ha convertido de nuevo en un s¨ªmbolo de reconciliaci¨®n y de recuperaci¨®n de las secuelas de la guerra.

Hoy en d¨ªa, toda una muchedumbre sale a la calle para asistir al concurso tradicional de saltos al agua desde lo alto del ¡°Stari Most¡±, una arraigada tradici¨®n que se ha reanudado despu¨¦s de que el puente haya recobrado su pasado esplendor gracias a las obras de restauraci¨®n. Tal y como hac¨ªan antes de la Guerra, todos los meses de julio los j¨®venes de las tres comunidades de Mostar compiten con arrojo lanz¨¢ndose a las aguas del r¨ªo desde los 29 metros altura que las separan del pretil del puente.

Durante m¨¢s de cuatro a?os despu¨¦s del alto el fuego, los enemigos de antes se pusieron juntos a recuperar en las orillas del r¨ªo las antiguas piedras ca¨ªdas del Puente Viejo para reconstruir en com¨²n lo que hab¨ªa sido un s¨ªmbolo de su amistad. Reconstruido en 2004 e inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2006, el ¡°Stari Most¡± es ahora un puente que une un pasado en com¨²n y un futuro tambi¨¦n en com¨²n. Si bien es cierto que no basta con reconstruir un puente para restablecer totalmente la confianza y restaurar plenamente la paz en una sociedad desgarrada por una guerra, lo que s¨ª es ciertamente importante es cuidar los s¨ªmbolos de la paz.

Me encontraba en mi oficina trabajando mientras se escuchaban disparos de morteros, cuando o¨ª en la calle lamentos y gritos que dec¨ªan: ?se ha derrumbado el puente! Esto me caus¨® una impresi¨®n que no olvidar¨¦ jam¨¢s. Toda la gente se ech¨® a la calle para ver lo ocurrido. Aunque obuses y granadas segu¨ªan lloviendo por todas partes, j¨®venes y viejos, personas endebles y robustas, musulmanes y cristianos, todos volv¨ªamos a salir de nuestros escondites, gritando y lament¨¢ndonos, para llegar a verlo. Porque el puente formaba parte de nuestra identidad. Nos representaba a todos nosotros.

A. Bubi?Comisionado de Cultura y Deporte, Mostar Este, Bosnia y Herzegovina (1995)

°Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² ¨C Cuando los caudillos de bandas armadas atacan el patrimonio cultural, la respuesta de los promotores de la paz es restaurarlo y fortalecerlo

Situada a las puertas del desierto del Sahara, evoca la imagen de una m¨ªtica ciudad del fin el mundo, a la que viajaban mercaderes ¨¢rabes y africanos para comerciar con sal, oro, ganado y cereales. En ingl¨¦s, el nombre de esta ciudad del norte de Mal¨ª ha llegado a cobrar el significado de ¡°lugar lejano¡±. Imp¨¢vidos caravaneros siguen a¨²n cruzando el desierto varias veces al a?o para traer a la ciudad cargamentos de sal de roca extra¨ªda en el norte del Sahara, tal y como lo hicieron sus antepasados durante siglos.

En su edad de oro, el siglo XVI, esta ciudad contaba con 100.000 habitantes y sus mezquitas y santuarios desempe?aron un papel esencial en la difusi¨®n del islam en ?frica. °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² se convirti¨® en un importante centro de ense?anza del continente africano y sus bibliotecas llegaron a albergar, por lo menos, unos 700.000 manuscritos hist¨®ricos sobre artes, ciencias y medicina, as¨ª como copias del Cor¨¢n. Escritos con una caligraf¨ªa ornamentada, esos manuscritos constitu¨ªan un testimonio de la riqueza de la historia y la vida intelectual de ?frica.

Durante el conflicto armado de 2012-2013, se perdieron m¨¢s de 4.000 de los 40.000 manuscritos conservados en el Instituto Ahmed Baba. Algunos ardieron o fueron robados, y m¨¢s de 10.000 quedaron en un estado un estado cr¨ªtico de conservaci¨®n. Los habitantes de °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² contribuyeron a salvar su patrimonio cultural llevando en secreto m¨¢s de 300.000 manuscritos a Bamako, la capital del pa¨ªs. Otros textos se ocultaron entre paredes de adobe o se enterraron. Aunque esto les protegi¨® de su destrucci¨®n inmediata, ahora su estado de conservaci¨®n se encuentra en unas condiciones que quiz¨¢s no permitan salvaguardarlos para las generaciones venideras.

Para contribuir a la preservaci¨®n del patrimonio cultural de °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² y fomentar la reconciliaci¨®n entre las comunidades locales, la UNESCO les ha venido prestando apoyo para que participen activamente en proyectos de conservaci¨®n de manuscritos antiguos, con vistas a garantizar su preservaci¨®n perdurable en beneficio de la humanidad.

La UNESCO coordin¨® las obras de reconstrucci¨®n de los 14 mausoleos de la ciudad inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, as¨ª como las de las mezquitas de Djingareyber y Sidi Yaha. Todos estos monumentos fueron objeto de destrucciones deliberadas por parte de grupos de combatientes durante el conflicto armado.

La reconstrucci¨®n del patrimonio cultural devastado de °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² tambi¨¦n tiene por objeto fomentar la reconciliaci¨®n de las comunidades de la ciudad, restablecer la confianza entre ellas y fortalecer su cohesi¨®n. Otro importante aspecto de la acci¨®n emprendida fue enmarcar la restauraci¨®n de los mausoleos en una estrategia global destinada a revitalizar las t¨¦cnicas tradicionales de alba?iler¨ªa, as¨ª como a garantizar su pervivencia mediante proyectos de conservaci¨®n y actividades de formaci¨®n en los puestos de trabajo.

Para garantizar que la reconstrucci¨®n de los lugares sagrados se ajustara lo m¨¢s posible a la estructura y forma de los destruidos anteriormente, las obras se efectuaron compar¨¢ndolas con fotograf¨ªas antiguas de los monumentos y consultando a las personas mayores de la ciudad que los conoc¨ªan bien. Los trabajadores usaron sus m¨¦todos tradicionales de alba?iler¨ªa y emplearon materiales aut¨®ctonos como aljez, paja de arroz y ¡°banko¡± (una mezcla de arena pedregosa y agua).

La conmoci¨®n ocasionada por la destrucci¨®n de los mausoleos de °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² evidenci¨® claramente la importancia que han cobrado los ataques a la cultura en general, y m¨¢s concretamente al patrimonio cultural, en los conflictos armados contempor¨¢neos avivados por el extremismo violento y las ideolog¨ªas fundamentalistas. Esa destrucci¨®n demostr¨® tambi¨¦n hasta qu¨¦ punto los fundamentalistas est¨¢n totalmente resueltos a destruir las dem¨¢s culturas isl¨¢micas, o cualquier otra visi¨®n del mundo que difiera de la suya. En Iraq y en Siria, ya se hab¨ªan producido anteriormente destrucciones an¨¢logas del patrimonio cultural, ya fuese preisl¨¢mico, isl¨¢mico, cristiano o jud¨ªo. La necesidad de restaurar el patrimonio cultural ya no es una mera cuesti¨®n que concierna a la cultura exclusivamente, porque se ha convertido en una cuesti¨®n de seguridad y en un componente esencial del fortalecimiento de la resiliencia y la ulterior cohesi¨®n de las sociedades desgarradas por conflictos armados.

Los monumentos de °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² son hoy en d¨ªa un patrimonio cultural vivo, ¨ªntimamente vinculado a los rituales religiosos y las reuniones sociales de las comunidades. Sus formas y configuraciones siempre han ido evolucionado con el tiempo debido a los siguientes factores: las intervenciones anuales necesitadas por las precipitaciones lluviosas y la erosi¨®n de los enlucidos de los edificios; los trabajos de mantenimiento peri¨®dicos, realizados cada tres o cinco a?os; las reparaciones de da?os estructurales, acompa?adas a menudo con la instalaci¨®n de contrafuertes; y las obras ocasionales de mayor envergadura, como ampliaciones de los edificios o levantamientos de la estructura de los techados. ?C¨®mo se debe tener todo eso en cuenta, cuando se trata de orientar y ayudar a la poblaci¨®n local a que fortalezca sus propias capacidades y su tenaz perseverancia en el mantenimiento de su patrimonio cultural, tal y como lo ha venido haciendo durante m¨¢s de 600 a?os? ?Qu¨¦ se debe hacer y en qu¨¦ medida? ?Qui¨¦n debe asumir la responsabilidad de lo que se haga? El alcance de estos interrogantes de dif¨ªcil respuesta sobre la preservaci¨®n del patrimonio cultural va mucho m¨¢s all¨¢ que la mera decisi¨®n de admitir la inscripci¨®n de un sitio en la famosa Lista del Patrimonio Mundial.

La sal llega del norte, el oro del sur y la plata de la tierra de los blancos, pero solamente en °Õ´Ç³¾²ú³Ü³¦³Ù¨² encontramos la Palabra de Dios, famosos objetos, relatos y cuentos fant¨¢sticos.

Proverbio africano

Preservaci¨®n de la identidad y las tradiciones culturales coreanas ¨C El v¨ªnculo del patrimonio vivo

Estamos a finales del mes de noviembre, en la aldea de una zona rural cercana a Jeonju, capital de la Provincia de Jeolla del Norte. El tiempo ha refrescado y apenas queda un par de semanas para que llegue el invierno.

Hay que prepararse para el fr¨ªo glacial de esta larga estaci¨®n. Ha llegado la hora de preparar el ¡°kimchi¡±.

Este alimento b¨¢sico de la Rep¨²blica de Corea est¨¢ compuesto por hortalizas en conserva, saladas y fermentadas, que se sirven como plato de acompa?amiento en todas las comidas. No s¨®lo es el plato emblem¨¢tico del pa¨ªs, sino que su preparaci¨®n (¡°¡±) es todo un acontecimiento para las comunidades.

Las amas de casa siguen con atenci¨®n las previsiones meteorol¨®gicas para determinar en qu¨¦ fecha ser¨¢ m¨¢s propicia la temperatura para hacer el ¡°kimchi¡±. Familias enteras, amigos y vecinos se re¨²nen para prepararlo juntos. El proceso de elaboraci¨®n es bastante trabajoso y hacen falta muchos brazos con vistas a preparar las grandes cantidades de hortalizas necesarias para que duren todo el invierno. El ¡°kimjang¡± permite a todos los reunidos trabajar juntos, intercambiar recetas culinarias y relacionarse. Las familias se turnan para elaborar el ¡°kimchi¡± y as¨ª estrechan a¨²n m¨¢s sus lazos de amistad.

Hoy, todos los habitantes de la aldea van a reunirse en una misma casa porque ya ha llegado el momento del ¡°kimjang¡±. Todos juntos, van a lavar el repollo chino puesto en salmuera la noche anterior y van a mezclar todos los condimentos que dar¨¢n al ¡°kimchi¡± un especial sabor, entre agrio y picante, que es ¨²nico en su g¨¦nero. Los m¨¦todos e ingredientes para su elaboraci¨®n se transmiten de madres a hijas en el seno de las familias, de tal modo que la costumbre cultural del ¡°kimjang¡± se ha ido preservando a lo largo de las generaciones.

En 2013, la UNESCO incluy¨® el ¡°kimjang¡± en Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por considerarlo un elemento importante de la cultura coreana, ya que encarna el esp¨ªritu de cooperaci¨®n y trabajo en equipo del pa¨ªs. El ¡°kimjang¡± es un bien cultural esencial de las comunidades y ha merecido ser preservado como patrimonio inmaterial de la humanidad. Aunque puede haber variantes regionales en su modo de preparaci¨®n, el ¡°kimchi¡± es un elemento del patrimonio cultural que rebasa las diferencias de clase social, los l¨ªmites provinciales, e incluso las fronteras nacionales.

Las pr¨¢cticas culturales son a menudo el origen del establecimiento de fronteras entre naciones y de conflictos entre sus ciudadanos, pero las pr¨¢cticas culturales comunes pueden suscitar la esperanza de que abran un camino para la reconciliaci¨®n.

Esa esperanza se materializ¨® en 2018, cuando la Rep¨²blica Popular Democr¨¢tica de Corea y la Rep¨²blica de Corea decidieron preparar juntas una candidatura com¨²n para solicitar a la UNESCO la inscripci¨®n de entre los elementos que figuran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El ¡°Ssirum/Ssireum¡± es a la vez un deporte f¨ªsico y una diversi¨®n muy popular que se practica y se disfruta en toda la Pen¨ªnsula de Corea. En el ¡°Ssirum¡± practicado en el Norte de la pen¨ªnsula, los dos luchadores intentan tumbar a su contrincante al suelo utilizando el torso, las manos, las piernas y la ¡°satpa¡±, una faja de tela atada alrededor de la cintura y a una pierna. El ¡°Ssirum¡± se distingue por el uso de la ¡°satpa¡± y al ganador del combate se le ofrece un toro como recompensa. En el Sur de de la pen¨ªnsula, el ¡°Ssireum¡± es un tipo de lucha en el que los dos adversarios, portadores de un largo cintur¨®n de tela atado alrededor de la cintura y de un muslo, intentan enganchar el cintur¨®n de su oponente recurriendo a diversas t¨¦cnicas para tumbarlo en el suelo. Los vencedores de las finales de los torneos para adultos son premiados con el t¨ªtulo de ¡°Jangsa¡± y con un buey que simboliza la abundancia agropecuaria.

Por ser un deporte abordable que entra?a un m¨ªnimo riesgo de causar lesiones f¨ªsicas, el ¡°Ssirum/Ssireum¡± ofrece la posibilidad de mejorar la salud mental y f¨ªsica. Entre las familias y las comunidades locales coreanas la tradici¨®n de practicar este tipo de lucha est¨¢ ampliamente extendida: los ni?os aprenden de otros miembros de su familia las t¨¦cnicas de combate, las comunidades locales organizan torneos anuales y en las escuelas hay sesiones de entrenamiento.

Tras la mediaci¨®n de la UNESCO, los dos Estados Partes en la Convenci¨®n llegaron al acuerdo de que sus respectivos expedientes de candidatura fueran examinados simult¨¢neamente por el Comit¨¦ Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en noviembre de 2018. La UNESCO se congratul¨® por esta iniciativa en favor de la cooperaci¨®n regional y, posteriormente, se adopt¨® la hist¨®rica decisi¨®n de inscribir en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el elemento denominado ¡°¡®Ssirum/Ssireum¡¯, lucha tradicional coreana¡±, presentado conjuntamente por la Rep¨²blica Popular Democr¨¢tica de Corea y la Rep¨²blica de Corea. Aunque en las listas de la Convenci¨®n ya se hab¨ªan inscrito antes elementos propuestos en expedientes de candidaturas multinacionales presentadas por varios Estados (por ejemplo, el , el arte de la cetrer¨ªa, o la dieta mediterr¨¢nea), fue un hecho sin precedentes que los dos Estados Partes solicitaran al Comit¨¦ Intergubernamental la inscripci¨®n conjunta de la lucha tradicional coreana en la Lista Representativa. Esto ha marcado un hito altamente simb¨®lico en el camino hacia la reconciliaci¨®n intercoreana. Tambi¨¦n ha representado un ¨¦xito para el establecimiento de lazos m¨¢s estrechos y profundos entre las dos partes de ambos lados de la frontera intercoreana, as¨ª como para el papel que debe desempe?ar la diplomacia cultural en las relaciones internacionales.

Durante el ¡®kimjang¡¯, las mujeres se agrupaban y cotilleaban. Hab¨ªa quienes iban a la b¨²squeda de una pareja. Hubo incluso algunos matrimonios que se conocieron en esas reuniones colectivas de preparaci¨®n del ¡®kimchi¡¯.

Sunhui ChangChef coreano-estadounidense

Promover la cultura en el mundo posterior a la COVID-19

Las industrias culturales y creativas figuran entre los sectores econ¨®micos del mundo que est¨¢n experimentando un crecimiento m¨¢s r¨¢pido. Con un valor global estimado en unos 4,3 billones de d¨®lares a?o, el sector de la cultura representa hoy en d¨ªa un 6,1% de la econom¨ªa mundial. Esas industrias generan anualmente ingresos cifrados en 2,25 billones de d¨®lares, crean unos 30 millones de empleos aproximadamente en todo el mundo, y constituyen el sector que m¨¢s trabajo proporciona a la franja de j¨®venes con edades comprendidas entre 15 y 29 a?os de edad. Adem¨¢s, han llegado a desempe?ar un papel esencial en el ¨¢mbito del desarrollo econ¨®mico inclusivo, al reducir las desigualdades y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030.

La Convenci¨®n para la Protecci¨®n y Promoci¨®n de la Diversidad de las Expresiones Culturales, adoptada en 2005, marc¨® un hito en la pol¨ªtica cultural internacional. Con este hist¨®rico convenio, la comunidad mundial reconoci¨® oficialmente la doble ¨ªndole ¨Ccultural y econ¨®mica¨C de las expresiones creadas por los artistas y profesionales del sector cultural. La Convenci¨®n de 2005 es un elemento central de la econom¨ªa creativa porque configura la concepci¨®n y aplicaci¨®n de las pol¨ªticas y medidas destinadas a apoyar la creaci¨®n, producci¨®n y distribuci¨®n de los bienes y servicios culturales, as¨ª como a facilitar el acceso a ellos.

Al reconocer el derecho soberano de sus Estados Partes a mantener, adoptar y aplicar pol¨ªticas destinadas a proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales, tanto en el plano nacional como internacional, esta Convenci¨®n presta apoyo a los gobiernos y la sociedad civil en la b¨²squeda de soluciones en materia de pol¨ªticas.

Por ¨²ltimo, al estar basada en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la Convenci¨®n de 2005 proporciona un nuevo marco para el establecimiento de sistemas de gobernanza de la cultura debidamente informados, transparentes y participativos.

Un replanteamiento constante de las nociones de cultura y patrimonio

La historia de la UNESCO atestigua de por s¨ª la profunda transformaci¨®n experimentada en los ¨²ltimos decenios por la noci¨®n de lo que es la cultura. Despu¨¦s de la adopci¨®n de las convenciones mundiales de los decenios de 1960 y 1970 que se centraban principalmente en la protecci¨®n de los edificios y vestigios hist¨®ricos, la cooperaci¨®n internacional se ha orientado hacia nuevos aspectos de la protecci¨®n y promoci¨®n de la cultura: el patrimonio cultural inmaterial, la diversidad cultural y la econom¨ªa creativa. En la definici¨®n de lo que se entiende por ¡°cultura¡± desempe?aron un papel precursor la Conferencia MONDIACULT, celebrada en M¨¦xico en 1982, y el informe Nuestra Diversidad Creativa elaborado por la Comisi¨®n Mundial de Cultura y Desarrollo, encabezada por el ex Secretario General de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar. Se espera que en la pr¨®xima reuni¨®n de la Conferencia MONDIACULT, prevista para tener lugar de nuevo en M¨¦xico en septiembre de 2022, se haga un balance de los progresos realizados en las pol¨ªticas culturales durante los ¨²ltimos 40 a?os y se replanteen sus futuras orientaciones para el mundo posterior a la pandemia de COVID-19.

Vea estos sitios del Patrimonio Mundial:

(Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Per¨²)

Construida por el Imperio Incaico, esta red vial de 30.000 kil¨®metros de calzadas, caminos, senderos y puentes se extend¨ªa desde la Amazonia hasta los Andes, a trav¨¦s de monta?as, valles, bosques pluviales y desiertos, y comunicaba los territorios m¨¢s lejanos del imperio con su capital, la ciudad de Cusco. Por su gran magnitud, el ¡°²Ï³ó²¹±è²¹±ç ?an¡± es una obra maestra de ingenier¨ªa que pone de relieve el gran dominio de las t¨¦cnicas de construcci¨®n que pose¨ªan los incas.

Recorrido todos los a?os por miles de visitantes que se dirigen a sitios arqueol¨®gicos de la regi¨®n como el de Machu Picchu (Per¨²), este sitio se inscribi¨® en la Lista del Patrimonio Mundial en 2019 con lo que se ha logrado que ahora pueda aspirar a la obtenci¨®n de las subvenciones que tanto necesita para ser restaurado.

(Indonesia)

Borobudur es el mayor templo budista del mundo y uno de los sitios arqueol¨®gicos m¨¢s importantes del Asia Sudoriental. Construido entre los siglos VIII y IX, se halla en la parte central de la isla de Java. Su estructura consta de tres niveles: una base piramidal compuesta por cinco terrazas cuadrangulares conc¨¦ntricas; un tronco de cono formado por tres plataformas circulares; y una estupa monumental que remata el conjunto del edificio. Las balaustradas y los muros, ornamentados con delicados bajorrelieves, ocupan una superficie de 2.500 m2 en total. En los contornos de las plataformas circulares hay 72 estupas abiertas que albergan otras tantas estatuas de Buda. Este monumento se restaur¨® en el decenio de 1970 con ayuda de la UNESCO.

(´¡´Ú²µ²¹²Ô¾±²õ³Ù¨¢²Ô)

Este paisaje cultural se inscribi¨® en 2003 en la Lista del Patrimonio Mundial y en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, simult¨¢neamente. El sitio se halla en un precario estado de conservaci¨®n por haber sido v¨ªctima de abandono en su mantenimiento, as¨ª como de ataques militares y atentados con cargas de dinamita. Algunas partes del sitio son inaccesibles debido a la presencia de minas terrestres antipersonal.