Nuestra visi¨®n de la paz
¡°Puesto que las guerras nacen en la mente de las mujeres y de los hombres, es en la mente de las mujeres y de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz¡±.
Este primer p¨¢rrafo de la Constituci¨®n de la UNESCO pone de manifiesto nuestra vocaci¨®n de esforzarnos por comprender la ra¨ªz profunda de los conflictos armados y por aportar una respuesta para contrarrestarlos.
Esa frase es la piedra angular de toda nuestra acci¨®n.
La UNESCO se cre¨® a ra¨ªz de la ¨²ltima de las dos guerras mundiales para responder a uno de los ataques m¨¢s radicales nunca registrados contra la dignidad humana. Presuntamente legitimadas por pseudociencias y alimentadas por una propaganda sistem¨¢tica, en las escuelas se ense?aron doctrinas violentas, racistas y antisemitas, alimentadas falazmente con instrumentos modernos de la cultura, la comunicaci¨®n y la informaci¨®n.
La UNESCO naci¨® de una convicci¨®n sencilla pero fundamental: la construcci¨®n de una paz duradera no debe basarse ¨²nicamente en las relaciones pol¨ªticas y econ¨®micas entre los Estados. La reconciliaci¨®n y el desarrollo requieren bases m¨¢s s¨®lidas, profundamente arraigadas en la comprensi¨®n mutua, en el respeto a la igual dignidad de todos los seres humanos y en la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.