Idea

Transformar el conocimiento para el futuro de Áڰ

Este artículo de larga lectura se basa en el discurso de Stefania Giannini, Subdirectora General de ܳó de la UNESCO, durante el Foro de Cátedras y Asociados de la UNESCO sobre la transformación del conocimiento para el futuro de Áڰ. El Foro tuvo lugar del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2024 y fue organizado conjuntamente por la UNESCO y la Unión Africana.
Stefania Giannini at Transforming Knowledge for Africa's Future Forum

El Foro sobre la Transformación del Conocimiento para el Futuro de Áڰ es la culminación de varios años de reflexión de la Unión Africana, la UNESCO, el sistema de las Naciones Unidas y otros asociados acerca del futuro de Áڰ y su contribución intelectual a nuestro futuro común.

Se trata de un evento emblemático celebrado en el marco del Año de la ܳó 2024 de la Unión Africana, así como de la mayor reunión de presidentes y asociados de la UNESCO desde la conferencia de celebración del 30º aniversario celebrada en París hace dos años.

El punto de partida de este foro es una observación formulada en el informe de la Comisión Internacional sobre Los futuros de la educación, y cito: “Nos enfrentamos a una elección existencial: continuar por un camino insostenible o cambiar radicalmente de rumbo”.

Es ésta la realidad para Áڰ, pero también lo es para el resto del mundo.

Pero para cambiar radicalmente de rumbo, si queremos construir otros futuros posibles para Áڰ y para la humanidad, debemos cambiar también la manera en que definimos, producimos y utilizamos el conocimiento.

En pocas palabras, la pregunta es: ¿Cómo podemos transformar el conocimiento?

Abordaré esta cuestión desde tres perspectivas.

La perspectiva epistemológica

En primer lugar, abordaré la perspectiva epistemológica. En la UNESCO, basamos nuestro planteamiento en la idea de que los conocimientos, los sistemas de conocimiento, así como las visiones del mundo que éstos expresan, y las lenguas y culturas que los portan, forman parte del patrimonio inmaterial de la humanidad. Hoy en día se utilizan en todo el mundo unas siete mil lenguas y, al menos un tercio de éstas, se utiliza en Áڰ.

El patrimonio común de conocimientos transmitido por estas lenguas es el resultado de la aportación de la diversidad de culturas y visiones del mundo. Se trata de un recurso compartido, abierto y accesible a todos, que debe ser protegido de cualquier exclusión.

La innovación tecnológica debe servirnos de apoyo en esta misión. Pero como bien señala el  publicado en 2021 el objetivo es renovar la relación entre los seres humanos y la tecnología. La innovación tecnológica está cambiando la naturaleza misma del conocimiento, los modos de compartirlo, de dominarlo, y el uso que le damos.

Sin embargo, debemos orientar el uso de las tecnologías digitales en y mediante la educación, la investigación y la innovación con miras a superar la exclusión histórica y las limitaciones de la diversidad que caracteriza al bien común que es el conocimiento.

Es ésta nuestra batalla común, por supuesto, para la UNESCO, pero no tengo dudas de que para este magnífico foro también, en favor de la educación abierta, de la ciencia abierta y de datos abiertos, tanto en el plano de los instrumentos normativos como en el de su aplicación.

También debemos ir más allá de las concepciones estrechas de lo que significa un conocimiento verdaderamente científico, y reconocer, valorar y movilizar mejor las diversas formas de conocimiento y comprensión del mundo, en particular las regiones que, como Áڰ, han visto surgir importantes civilizaciones en el pasado, y que poseen, sobre todo, el mayor potencial de capital humano para el futuro.

La perspectiva cultural e histórica

Esto me lleva a la segunda perspectiva que deseo abordar hoy. Se trata de las implicaciones culturales e históricas de la transformación del conocimiento.

Desde que la UNESCO se fundó, Áڰ ha sido una prioridad para la Organización, en reconocimiento del papel crucial que desempeña el continente en la consecución de la paz, la seguridad y la prosperidad a escala mundial y para todas y todos.

Desde los conocimientos tradicionales y la enorme diversidad lingüística hasta la investigación de vanguardia, la sabiduría, la ciencia y la inteligencia colectiva de Áڰ representan una encrucijada entre el pasado y el futuro. Y no lo representan sólo en cuanto a estos aspectos, sino que lo son para la humanidad y el planeta.

Hoy en día, 400 millones de jóvenes africanos están preparados para asumir la enorme responsabilidad de cambiar el curso de la historia, mediante nuevas formas de liderazgo intelectual y político, a través de una verdadera apropiación de su Agenda continental (Agenda 2063) y un nuevo tipo de alianzas con el resto del mundo.

Para que Áڰ pueda cumplir con los objetivos de la Agenda 2063 y dirigir su propio futuro, habrá que valorar, apoyar y dar libertad a estos jóvenes para que movilicen sus propios recursos, como estudiantes, investigadores, líderes intelectuales y ciudadanos del mundo.

¿Es esto una afirmación retórica o podemos avizorar el rumbo a seguir?

En la UNESCO, llamamos a esto Prioridad Áڰ. Se basa en un principio, el principio constitucional de la Organización, de que la educación, la cultura, las ciencias, son mecanismos esenciales para todos.

Por lo tanto, es esencial preguntarse cómo se informan y construyen las visiones del futuro de Áڰ, por ܾéԱ históricamente, y qué papel desempeñan los sistemas de conocimiento, y también de manera crucial, el de la educación superior en estas perspectivas actuales.

Para que Áڰ pueda forjar su futuro, debe recuperar la memoria de su pasado.

Es la razón por la que hace sesenta años, la UNESCO presentó la ambiciosa Historia General de Áڰ, con el objetivo de corregir las inexactitudes históricas, de destacar la contribución de Áڰ al progreso general de la humanidad y, lo más importante, de contar al mundo (en Áڰ y en otras partes) la historia de Áڰ desde una perspectiva africana.

Nuestro objetivo ahora es poner estas narrativas al alcance de todos e integrar esta perspectiva en los planes de estudio, desde las aulas hasta los espacios culturales, e incorporar plenamente la Historia General de Áڰ en los planes de estudio y los programas universitarios.

Dado que cualquier forma de dominación intelectual y colonización comienza con las lenguas, la cultura y los sistemas educativos, el núcleo de cualquier proceso de descolonización debe ser la educación.

La semana pasada, en paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, anunció una nueva iniciativa para el intercambio de conocimientos y el diálogo intercultural, vinculando lugares de memoria y museos de la esclavitud en Áڰ, América y Europa. 

Se ha creado una alianza de cátedras universitarias de los tres continentes con el objetivo de avanzar en el conocimiento de los acontecimientos históricos y en lo relativo a cuestiones sobre el racismo y la discriminación de los afrodescendientes.

Transforming Knowledge for Africa's Future forum

La perspectiva socioeconómica

Y finalmente, esto me lleva a la última perspectiva, que tiende un puente entre el pasado y el futuro, es decir, a la perspectiva socioeconómica.

El futuro de Áڰ está íntimamente vinculado a su evolución demográfica.

Se prevé que en 2050 la población joven de Áڰ Subsahariana alcance los 830 millones, lo que significa que uno de cada tres jóvenes del mundo vivirá aquí.

Esta población joven posee un inmenso potencial si y sólo si se le da acceso a una educación de calidad y a oportunidades de formación.

“Eduquer ou perir” (Educar o perecer), por citar el título de un famoso libro de Joseph Ki-Zerbo, que amablemente me ha presentado el profesor Mohamed Belhocine.

Sin embargo, como sabemos, persisten importantes obstáculos: casi 100 millones de niños y jóvenes africanos permanecen sin escolarizar, una de cada cuatro escuelas primarias carece de electricidad, se necesitan 15 millones de docentes, y podría continuar la lista. Y lo que es más importante, existe un déficit de financiación anual para cumplir los objetivos nacionales de educación en el continente, de aproximadamente 77.000 millones de dólares estadounidenses.

Estos desafíos se ven agravados por los desequilibrios y las dependencias del conocimiento a escala global.

  • Sólo el 1% de la investigación científica mundial se produce en Áڰ.
  • Los países africanos invierten como promedio algo menos del 0,6% del PIB en investigación y desarrollo (I+D), frente a un promedio mundial de casi el 1,8%.
  • Áڰ Subsahariana sólo cuenta con 94 investigadores por millón de habitantes, frente a un promedio mundial de 1.353 investigadores por millón de habitantes.
  • Las tasas de matriculación en la enseñanza superior en Áڰ Subsahariana son las más bajas de todas las regiones del mundo, en torno al 9%, ante el promedio mundial del 40%.

En este contexto, la educación es un derecho, pero sobre todo un deber para todos.

Una vez más, éduquer ou périr.

Reforzar los sistemas educativos, y la enseñanza superior en particular, es fundamental para el futuro de Áڰ.

El programa Campus Áڰ de la UNESCO tiene por objeto reforzar el ecosistema de la enseñanza superior y la investigación en el continente, a la vez que mejora la movilidad y la empleabilidad, entre otros aspectos mediante la Convención Mundial sobre Reconocimiento de Cualificaciones en la Enseñanza Superior aprobado por los Estados Miembros de la UNESCO hace cuatro años.

Este Foro Internacional está concebido con el mismo espíritu de corregir los desequilibrios mundiales en materia de conocimiento, investigación, ciencia y enseñanza superior.

Eso significa desequilibrios y desigualdades en la sociedad en general.

No es difícil mencionar el hilo conductor de estos planteamientos: la paz.

Como plantea la Constitución de la UNESCO, “la paz debe construirse, para no fracasar, sobre la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”.

En esto radica el espíritu de la Red Mundial de Cátedras UNESCO y Redes UNITWIN. El número de Cátedras UNESCO en Áڰ está creciendo, con nueve países africanos que se incorporan este año, además de los 31 ya existentes.

Estas Cátedras constituyen una modalidad clave para potenciar dicha solidaridad intelectual y científica. 

Es una manera de corregir las exclusiones del conocimiento, las desigualdades, las jerarquías y la injusticia epistémica, algo que no es menos importante que la injusticia social.

Futures of Education in Africa Banner

Transformar el conocimiento para el futuro de Áڰ

Foro de Cátedras y Asociados de la UNESCO, 30 de septiembre al 2 de octubre de 2024