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Stefania Giannini: «La tecnología debe estar al servicio de los estudiantes, no al revés»

Esta entrevista con Stefania Giannini, Subdirectora General de ܳó de la UNESCO, fue publicada por El Diario Vasco, un periódico importante en España, en su edición del 90º aniversario el 5 de enero de 2025. La entrevista se centra en el uso de la IA y la tecnología en el aula y el futuro de la educación.

Tanto el sistema educativo como las aulas han cambiado mucho en las últimas décadas. ¿Cómo prevé que serán las clases del futuro?

Antes de mirar al futuro habría que remontarse al pasado, a una clase más antigua, cuando nuestros abuelos iban al colegio. Las mesas estaban organizadas en filas, se usaba papel y bolígrafo y los profesores escribían con tiza en la pizarra. A día de hoy, muchas aulas se mantienen igual. Pero en lo que respecta al futuro, mi visión es tener clases flexibles que satisfagan a todos los alumnos, que usen las tecnologías avanzadas del momento como hologramas y realidad aumentada y que resistan las alteraciones climáticas. 

Se vean como se vean las 'aulas del futuro', la Unesco, como la principal agencia de la ONU en educación, cree firmemente que la conexión humana es clave y que las escuelas físicas siguen siendo esenciales. El Covid-19 nos recordó lo fundamental que es la interacción presencial para la socialización y la construcción de empatía.

Los colegios hoy en día están sujetos a una demanda creciente de necesidades además de la enseñanza. Hay más problemas de salud mental en las aulas, de acoso escolar... ¿Qué necesitan las escuelas para ofrecer esta respuesta global? ¿Más inversión? ¿Más f

Según cifras de la UNESCO, a nivel mundial, uno de cada tres estudiantes reporta haber sido víctima de acoso escolar en el último mes. El problema es aún más grave para los grupos marginados, como los jóvenes LGBTQ+, que enfrentan tasas más altas de acoso. 

Los colegios deben hacer de la salud, la seguridad y el bienestar una prioridad, y para ello, necesitan más recursos, tanto humanos como económicos. Esto significa formar a los docentes para identificar y abordar problemas de salud mental, invertir en profesionales y crear un espacio seguro para todos los estudiantes. La sociedad, como comunidad, también debe desempeñar su papel, ya que la salud y la seguridad de los niños va más allá de los colegios.

El filósofo José Antonio Marina declara que «las grandes empresas tecnológicas quieren ser los verdaderos educadores del mundo». ¿El futuro de la educación está en peligro?

La UNESCO cree que la educación es –y debe permanecer siendo– un esfuerzo público y un bien común. Es, fundamentalmente, una obligación del Estado. La educación se basa en un contrato social fundamentado en los principios de los derechos humanos, justicia social, dignidad humana y diversidad cultural. 

A día de hoy, las empresas tecnológicas se han integrado en todos los sistemas educativos, desde plataformas de enseñanza online hasta la gestión administrativa. En muchos colegios y universidades, las herramientas digitales son tan ubicuas como los libros. Las grandes empresas tecnológicas juegan un papel importante, pero integrar la tecnología en la educación debe hacerse bajo nuestros términos; 'nuestros' refiriéndose al proyecto colectivo que representa los intereses de la sociedad. El sistema educativo debe asegurar que la educación sea ética, justa y centrada en el bienestar de los estudiantes, no en los beneficios económicos. 

En 2021, los Estados Miembros de la Unesco, adoptaron por unanimidad el primer estándar global sobre ética de la Inteligencia Artificial –la Recomendación sobre la Ética de la IA– para proteger los derechos humanos y la dignidad basada en los principios fundamentales como la transparencia, la justicia y la no discriminación. 

La Recomendación establece once áreas clave para acciones políticas, incluidas la educación y la investigación. 

Desde una perspectiva educativa, lo importante es que la tecnología esté al servicio de los estudiantes, y no al revés.

Entonces, ¿deberían estar prohibidos los móviles en los colegios?

Este es un tema candente, como lo muestra el Informe de Seguimiento de la ܳó en el Mundo de la UNESCO. Estimamos que alrededor de uno de cada tres países ha implementado prohibiciones de móviles a través de leyes o políticas, y este movimiento está en expansión, con un creciente número de responsables políticos abogando por colegios libres de móviles. 

Los móviles pueden ser una distracción, como todos sabemos; solo su presencia puede derivar la atención del estudio y, una vez los alumnos están distraídos, pueden pasar cerca de 20 minutos hasta que retoman su tarea. 

Además, la dependencia excesiva de las pantallas puede alejar a los estudiantes de escribir a mano, lo cual activa diferentes partes del cerebro, mejorando la memoria y la comprensión. Aunque, con el contenido y la guía correcta, los móviles también pueden usarse para aprender. Gracias a los teléfonos móviles, las personas tienen acceso a la enciclopedia de conocimiento desde sus bolsillos. Esto es una gran ventaja con la que expandir el acceso a la información, especialmente para personas en entornos rurales que igual no tienen acceso a libros físicos. 

Las prohibiciones absolutas pueden no ser apropiadas en todos los contextos: los colegios han experimentado con modelos diferentes, desde una prohibición total a permitir los teléfonos en clase durante ciertos ejercicios o en los descansos entre clases. Lo que está claro es que el foco debe permanecer en el estudiante; el uso que se le da a la tecnología debe usarse para apoyar la educación, no dificultarla. 

Tarde o temprano, los estudiantes van a estar expuestos a estos dispositivos, y la educación debe enseñarles cómo usarlos de manera segura y con responsabilidad.

La Inteligencia Artificial es la verdadera revolución. ¿El uso de la IA debería regularse en las aulas? ¿Existe el riesgo de que los humanos sean relegados al papel de máquinas en la educación? ¿Qué amenazas y beneficios ve?

Todos somos parte de la 'generación IA', y esta tecnología presenta muchas implicaciones para el futuro de la educación. Por un lado, ofrece nuevas oportunidades para enriquecer las experiencias de aprendizaje, proporcionar retroalimentación detallada y apoyo a los estudiantes y aliviar las cargas administrativas de los docentes. Por otro lado, plantea preocupaciones acerca de la privacidad y la seguridad, así como preguntas complejas sobre la naturaleza del conocimiento, el futuro rol de los educadores y la integridad académica. 

Algunos han argumentado que el uso de la IA generativa puede cubrir la escasez de profesores. Sin embargo, sabemos lo que se necesita realmente para una educación de calidad: escuelas bien administradas y bien equipadas, con maestros bien capacitados, adecuadamente remunerados y motivados en su misión. 

La perspectiva de la Unesco es promover un enfoque centrado en el ser humano para integrar la IA en la educación, dotando a los estudiantes de las habilidades y competencias necesarias para prosperar en la era digital y, a través de la educación, desarrollar tecnologías de la IA que protejan y amplíen nuestros diversos sistemas de conocimientos, en lugar de reducirlos.