Módulo 1: Una introducción a la alfabetización mediática e informacional y otros conceptos clave
Si fuese posible definir en general la misión de la educación, se podría decir que su propósito fundamental es asegurar que los estudiantes se beneficien del aprendizaje de manera que les permita participar completamente en la vida pública, comunitaria y económica.
Antecedentes y fundamentos
La intersección de los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y la convergencia de contenidos y sistemas hace que las personas vivan cada vez más en un mundo intermediado. Este es un mundo donde la comunicación persona a persona y la transmisión de contenidos se produce cada vez más a través de plataformas tecnológicas. Esta realidad trae consigo muchas oportunidades y desafíos que hacen que la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) resulte vital para empoderar a las personas. Las oportunidades incluyen un mayor acceso a la información y vías para la expresión, el aprendizaje permanente, la participación, la creatividad, el diálogo, el intercambio cultural y la transparencia, que cuando
se unen contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los retos incluyen la privacidad y las preocupaciones por la violación de datos, el aumento de la información falsa, la vigilancia, el creciente discurso de odio en línea y el contenido extremista violento, los frecuentes ataques contra las mujeres y una mayor exclusión de los grupos marginados.
El advenimiento de la pandemia de COVID-19 demuestra los cambios en los flujos de información, la tecnología digital, los proveedores institucionales mediadores y el desarrollo de los medios. Por un lado, muchas de las perspectivas y esfuerzos para hacer frente al virus existen en la ecología general. Sin embargo, los esfuerzos también se ven obstaculizados por la "desinfodemia", que es la confusa combinación de contenidos, que a menudo eclipsa a la información con información falsa y que es permitida por las comunicaciones digitales.
AMI es un término general que abarca diversas competencias que permiten a los individuos y grupos navegar por los mares turbulentos del entorno de información y comunicaciones de hoy. Abarca un amplio espectro de conocimientos, destrezas, actitudes y valores. AMI permite a la ciudadanía, incluidos los jóvenes, adquirir competencias para comprender sus necesidades de información, buscar mejor, encontrar, evaluar críticamente, usar y contribuir a la información y el contenido de los medios de manera inteligente. De este modo, la AMI permite el uso deliberado y creativo de la tecnología digital y capacita a todos los usuarios al mejorar su conocimiento de sus derechos en línea y digitales, así como de las cuestiones éticas relacionadas con el acceso a la información y su uso. La ciudadanía alfabetizada en medios de comunicación e información está equipada para participar de manera más efectiva en el diálogo, la libertad de expresión, el acceso a la información, la igualdad de género, la diversidad, la paz y el desarrollo sostenible.
AMI es un prerrequisito importante para equilibrar el poder de la ciudadanía contra el de los proveedores de contenidos, y para aprovechar las TIC en la educación y fomentar un acceso equitativo a la información y la libertad de expresión. Para que las personas puedan participar eficazmente y tener éxito a lo largo de todas las etapas de sus vidas, es urgente que la AMI se integre a todos los niveles de la sociedad y en la educación formal, no formal e informal.
Según las estadísticas recientes de la ITU World Telecommunication/ICT Indicators Database (2019), 1,3 mil millones (3/4) de los 1,7 mil millones de hogares del mundo, que representan a 4,9 mil millones de personas, poseen un televisor; y 0,6 mil millones (1/3) de todos los hogares, que representan 1,9 mil millones de personas, tienen acceso a una computadora. En enero de 2021, el 59,6% de la población mundial o 4,66 mil millones de personas estaban utilizando Internet (); a mediados de 2020, se estimaba que habían 105 suscripciones a telefonía móvil por cada 100 habitantes. Además, hay más de 2,5 mil millones de radio receptores. La Asociación Mundial de Periódicos informa que 640 millones de usuarios en todo el mundo pagaron por noticias impresas y digitales todos los días en 2018. El Instituto de Estadísticas de la UNESCO estima que cerca de 1 millón de nuevos libros se publican anualmente en el mundo. A finales de 2019, más del 69% de la población juvenil mundial (de 15 a 24 años) utilizaba Internet. Según un informe conjunto de UNICEF y UIT en 2020, 1.100 millones, o sea, 1 de cada 3 niños y jóvenes de 25 años o menos tienen acceso a Internet en casa. El número de empresas que adoptaron la inteligencia artificial creció un 270% en cuatro años, entre 2015 y 2019 (Gartner, 2019).
En conjunto, el número de emisoras de televisión y radio, los periódicos, los teléfonos móviles, el acceso y el uso de Internet, los libros, las bibliotecas, las vallas publicitarias y los videojuegos determinan gran parte de lo que aprendemos sobre nosotros mismos, nuestro país, nuestras culturas y el mundo que nos rodea. En este mundo conectado, ser alfabetizados en medios e información significa que podemos repensar lo que se llama ciudadanía y aprendizaje permanente, y tomar en consideración conceptos como la ܳó para la Ciudadanía Mundial, la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía digital.
Los proveedores de contenidos como bibliotecas, archivos, museos, medios y empresas de comunicación digital son fundamentales para el desarrollo sostenible, la democracia y la buena gobernanza, tanto como una plataforma para el discurso democrático como facilitadores de la creatividad digital y el emprendimiento. Si los proveedores de contenido y las herramientas digitales van a apoyar la democracia y el desarrollo sostenible, la ciudadanía debe entender cómo utilizarlos críticamente, saber cómo interpretar los mensajes que reciben, crean y comparten. Igualmente, para que el ecosistema refuerce la creatividad digital y el emprendimiento, además de las competencias mencionadas anteriormente, las personas también deben comprender cómo identificar oportunidades para el emprendimiento en este ámbito y comprender los beneficios de la intersección del pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración para el cambio social.
Si bien, no se puede subestimar la importancia de la aritmética elemental y las aptitudes de alfabetización, la inclusión de la AMI en los planes de estudios y los programas de desarrollo significa que los jóvenes también deben comprender las funciones de los proveedores de contenidos y tener las aptitudes para buscar, evaluar, utilizar y crear contenidos para alcanzar sus objetivos personales, sociales, ocupacionales y educativos. También deben poseer habilidades básicas para el pensamiento crítico, para analizarlas y utilizarlas para la autoexpresión con el fin de convertirse en estudiantes independientes, productores, ciudadanía informada, profesionales y participantes en el gobierno y los procesos democráticos y económicos de sus sociedades (cf. Report of National Forum on Information Literacy, 2005).
Este módulo se constituye de cuatro pilares: pensamiento crítico, autoexpresión, participación y creatividad. Considerará que AMI es relevante y puede superponerse en una variedad de disciplinas/campos, y explorará preguntas como:
- ¿Qué representa la información dentro de la combinación más amplia de contenido?
- ¿Qué son los medios y las empresas de comunicación digital?
- ¿Qué son las tecnologías digitales?
- ¿Por qué enseñar sobre todo esto?
- ¿Por qué son importantes?
- ¿Qué es alfabetización mediática?
- ¿Qué es alfabetización informacional?
- ¿Qué es alfabetización digital?
- ¿Por qué la Alfabetización Mediática e Informacional?
El módulo presentará a la AMI como enseñanza/aprendizaje y proceso de participación social y económica en lugar de solo como una disciplina. Por lo tanto, introduce a los alumnos, de una manera general, los temas y conceptos clave del campo, los cuales se tratarán en mayor detalle en otros módulos, ofreciendo la oportunidad de desarrollar una comprensión de la diferencia entre "enseñar sobre", "enseñar a través de", y participar en la sociedad con AMI como una herramienta.
El objetivo es que los educadores, los estudiantes, los líderes comunitarios y los educadores pares se conviertan ellos mismos en alfabetizados en medios e información, y que desarrollen las competencias necesarias para integrar a AMI a todos los niveles y para todos los tipos de educación.