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Colegio Santa Clara de Asís: El sueño de Eusebio Leal para el patrimonio de Cuba y el Caribe
Regresar el otrora monasterio a la vida ha sido un sueño que acompañó a Eusebio, y por el que veló personalmente, aún en los momentos más difíciles para su salud.
Restaurar aquella ciudad en miniatura fue un deseo febril para él, que comenzaría a materializarse con fuerza por el respaldo decidido del Estado Cubano y el trabajo técnico de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y que sería impulsado con el nacimiento del Programa Transcultura: Integrando a Cuba, el Caribe y la Unión Europea mediante la Cultura y la Creatividad, que implementa la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, conjuntamente con varias instituciones nacionales cubanas y caribeñas, y que recibe el financiamiento de la Unión Europea (UE).
Así comentaría Eusebio en ocasión de esa visita de Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y de Katherine Müller-Marín, Directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO.
En el contexto del Programa de Transcultura, el Convento se convertirá en un Centro de formación en artes y oficios para la restauración y conservación del Patrimonio con alcance en Cuba, el Caribe y en un futuro, a la región latinoamericana.
Gracias al Programa de Transcultura, la restauración a la que está siendo sometido el inmueble lo convertirá en un espacio para “formar a especialistas no solo de oficios, y no solo de bienes inmuebles, sino también de bienes muebles, de todo tipo de soporte: metales, piedras decorativas, pintura mural”, afirmó recientemente Gladys Collazo, Directora de la futura institución.
La formación que se ofrezca recogerá la experiencia en materia de restauración acumulada, por décadas, por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Cuando los jóvenes comiencen a llenar las aulas del antiguo Convento Santa Clara, el sueño de Eusebio se multiplicará en conocimientos y destrezas para transformar ciudades, inmuebles y obras patrimoniales en espacios de aprendizaje, de intercambios y de integración cultural.
El legado de la profunda vocación pedagógica de Eusebio, mentor de cientos de jóvenes a lo largo de su vida, cobra fuerza en la comunidad y extiende sus brazos hasta los hermanos caribeños que se interesan por el valor de la cultura y el patrimonio para el desarrollo local.
Así, el Convento Santa Clara pasará a irradiar, con su historia, su belleza restaurada, y sus servicios, a la comunidad que lo rodea, con aires académicos, de reunión de artistas, de oportunidades para el emprendimiento y apreciación de un tesoro que esperaba, medio dormido, medio alerta, a que el corazón y la energía de Eusebio se posaran sobre él.