La cooperaci¨®n internacional en la investigaci¨®n cient¨ªfica, su raz¨®n de ser, ventajas y ejemplos.

C¨®mo contribuyen la investigaci¨®n y la cooperaci¨®n cient¨ªficas a aportar progreso y paz a la humanidad. Seis ejemplos de iniciativas apoyadas por la UNESCO: el CERN, el ICTP, etc.
scientist in a lab
?ltima actualizaci¨®n:25 de Mayo de 2022

La necesidad de una colaboraci¨®n internacional m¨¢s estrecha

Uno de los enigmas de la historia del arte que perdur¨® durante siglos fue la imposibilidad de determinar con absoluta certeza la autor¨ªa de un cuadro con una Madona y el Ni?o que se sol¨ªa atribuir a Rafael Sanzio. Finalmente se ha averiguado que efectivamente fue este gran maestro de la pintura renacentista el que lo ejecut¨® en persona.

A lo largo del tiempo el cuadro hab¨ªa cambiado de manos en muchas ocasiones: primero fue propiedad del papado, luego fue expoliado por Napole¨®n durante su campa?a de Italia y en el decenio de 1930 acab¨® en posesi¨®n de un coleccionista privado de Praga, desapareciendo as¨ª de la vista del p¨²blico.

La pintura permaneci¨® pr¨¢cticamente ignorada hasta 2020, a?o en el que un esc¨¢ner rob¨®tico, provisto de un detector de part¨ªculas elaborado por la Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear (), confirm¨® que el aut¨¦ntico autor de las pinceladas del lienzo hab¨ªa sido Rafael.

La autentificaci¨®n de esta obra pict¨®rica, gracias a la detecci¨®n de part¨ªculas, es tan s¨®lo uno de los m¨²ltiples descubrimientos de los laboratorios cient¨ªficos del CERN, instalados en Suiza, que se pueden aplicar a aspectos de la vida cotidiana, a la Red Inform¨¢tica Mundial (WWW) o a los esc¨¢neres utilizados en medicina.

Desde que se fund¨® en 1954, bajo los auspicios de la UNESCO, el CERN se ha convertido en uno de los mayores complejos cient¨ªficos del mundo, cuyas instalaciones albergan a cient¨ªficos, ingenieros y estudiantes de sus 21 Estados Miembros, as¨ª como a investigadores visitantes de otros pa¨ªses.

Al cabo de m¨¢s de 60 a?os de existencia, el CERN ha llegado constituir uno de los ejemplos m¨¢s espectaculares de los logros de la cooperaci¨®n cient¨ªfica internacional. Su fundaci¨®n fue el fruto de una de las primeras vastas iniciativas de la UNESCO en el campo de la ciencia y de la diplomacia cient¨ªfica, en la medida en que supo dar una respuesta, en el ¨¢mbito de las relaciones internacionales, a la b¨²squeda de un uso pac¨ªfico de la energ¨ªa at¨®mica tras las destrucciones ocasionadas por ¨¦sta durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en d¨ªa, el CERN se ha convertido en un modelo de cooperaci¨®n mundial en el ¨¢mbito de la investigaci¨®n cient¨ªfica que encarna el concepto de ¡°una sola Tierra¡±, esto es, la idea que la humanidad necesita adoptar en com¨²n para afrontar los retos que tiene planteados.

Los centros cient¨ªficos como el CERN no s¨®lo contribuyen a crear un tipo de conocimientos que proporcionan beneficios inmediatos a la humanidad, sino que son una aut¨¦ntica fuente de ideas clave que el d¨ªa de ma?ana se plasmar¨¢n en la creaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas

Fabiola GianottiDirectora General del CERN

El itinerario de la diplomacia cient¨ªfica

Apenas hab¨ªa acabado la Segunda Guerra Mundial cuando empez¨® a surgir, bajo los auspicios de la UNESCO, la idea de crear laboratorios cient¨ªficos internacionales, ya que se pensaba que sus actividades permitir¨ªan agrupar a las naciones excombatientes, reconstruir la cooperaci¨®n entre ellas y llegar a ser centros de excelencia en el campo de las ciencias.

Cuatro a?os despu¨¦s, esta propuesta de Rabi dio como resultado la creaci¨®n del CERN.

Cuando el mundo super¨® las devastaciones de la guerra, empez¨® a cobrar impulso la idea de la diplomacia cient¨ªfica. En agosto de 1955, se celebr¨® en Ginebra la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Utilizaci¨®n de la Energ¨ªa At¨®mica con Fines ±Ê²¹³¦¨ª´Ú¾±³¦´Ç²õ, m¨¢s conocida por la denominaci¨®n de ¡°?tomos para la Paz¡±, a la que acudi¨® una delegaci¨®n de la URSS integrada por toda un conjunto de cient¨ªficos. Fue la primera vez que una amplia delegaci¨®n de hombres de ciencia sovi¨¦ticos especializados en f¨ªsica de las part¨ªculas particip¨® en una conferencia de este tipo organizada en el mundo occidental. Este evento ofreci¨® la oportunidad de entablar muchos contactos personales. A ra¨ªz de ello, algunos de los cient¨ªficos sovi¨¦ticos asistentes a este evento desempe?aron funciones importantes en su pa¨ªs y algunos de sus trabajos empezaron a ser traducidos al ingl¨¦s y publicados en Occidente.

Poniendo al CERN como modelo, la cooperaci¨®n mundial entre cient¨ªficos lleg¨® ser una de las misiones fundamentales de la UNESCO y abri¨® el camino a prestar apoyo a otras instituciones que compaginan le excelencia en la investigaci¨®n con la diplomacia cient¨ªfica. ?sta ¨²ltima contribuye a establecer lazos y fortalecer las relaciones entre las sociedades del mundo, especialmente cuando pueda darse la circunstancia de que no existan cauces oficiales para la cooperaci¨®n. En este caso, se recurre a la ciencia para estrechar o crear v¨ªnculos entre pa¨ªses cuyas relaciones son tensas o inexistentes.

La UNESCO debe ser la catalizadora de la ciencia en el mundo. No estimo que deba ser la que dirija directamente los centros cient¨ªficos que se creen, pero s¨ª debe concebir sus planes iniciales, impulsar su puesta en marcha y velar por que se mantengan en funcionamiento.

Isidor RabiPremio Nobel de F¨ªsica estadounidense

La comunidad cient¨ªfica, un v¨ªnculo entre el Este y el Oeste

Aunque la Guerra Fr¨ªa entre el Este y el Oeste se intensificaba continuamente, los proyectos de cooperaci¨®n cient¨ªfica pudieron demostrar que eran capaces de forjar v¨ªnculos entre distintos pa¨ªses y colegas por encima de toda clase de consideraciones de car¨¢cter pol¨ªtico o religioso.

Diez a?os despu¨¦s del nacimiento del CERN, la UNESCO prest¨® su apoyo a otro proyecto in¨¦dito que pretend¨ªa crear otra entidad cient¨ªfica para que sirviera de l¨ªnea de comunicaci¨®n entre los cient¨ªficos del Este y el Oeste. En efecto, en 1960 un joven f¨ªsico paquistan¨ª de 34 a?os de edad, Abdus Salam, que ser¨ªa galardonado ulteriormente con el Premio Nobel, sugiri¨® que se fundara un instituto internacional de f¨ªsica te¨®rica para contribuir a la adquisici¨®n de conocimientos cient¨ªficos avanzados.

Salam estaba plenamente convencido de que ¡°el pensamiento cient¨ªfico y sus creaciones son un patrimonio com¨²n de la humanidad que debe ser compartido¡±. En aquella ¨¦poca, sin embargo, los investigadores de los pa¨ªses en desarrollo y los pa¨ªses m¨¢s peque?os del mundo desarrollado no sol¨ªan poseer las capacidades necesarias para mejorar sus conocimientos te¨®ricos y competencias t¨¦cnicas.

La propuesta de este cient¨ªfico se convirti¨® en realidad en 1964, cuando se cre¨® en Trieste (Italia) el (ICTP) gracias a un acuerdo entre la UNESCO, el gobierno italiano y el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA).

El ICTP ha estado durante decenios dispensando continuamente a los cient¨ªficos de los pa¨ªses en desarrollo la ense?anza te¨®rica y pr¨¢ctica necesaria para fomentar su adelanto profesional. Ahora, muchos de sus exalumnos son profesores en las universidades m¨¢s importantes de sus respectivos pa¨ªses, dirigen centros de investigaciones de esencial importancia y han obtenido premios por sus contribuciones a la ciencia.

Una visi¨®n global de los suelos de la Tierra, otro ejemplo logrado de la cooperaci¨®n cient¨ªfica internacional

En medio de las sucesivas oleadas del proceso mundial de descolonizaci¨®n de muchas naciones de ?frica y Asia, se proclam¨® en 1960 el primer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En ese entonces, la principal preocupaci¨®n para los conservacionistas del planeta era la erosi¨®n del suelo terrestre y la consiguiente seria amenaza que supon¨ªa para la producci¨®n mundial de alimentos, tal como hoy en d¨ªa el calentamiento global de la Tierra constituye uno de los mayores motivos de inquietud para los ciudadanos del siglo XXI.

El mundo necesitaba una cartograf¨ªa global del planeta para poder evaluar detalladamente los recursos de sus suelos, porque en aquellos a?os a¨²n no exist¨ªa una clasificaci¨®n internacional de los mismos. De hecho, muchos pa¨ªses hab¨ªan efectuado ya clasificaciones de diferentes regiones del mundo que se contradec¨ªan entre s¨ª, mientras que otros estaban confeccionando sistemas de clasificaci¨®n exclusivamente nacionales. Solamente la puesta en marcha de una colaboraci¨®n internacional podr¨ªa producir un conocimiento fiable y leg¨ªtimo de los suelos en todo el mundo, solucionando as¨ª el problema creado por la verdadera jungla terminol¨®gica existente en este ¨¢mbito, que hasta entonces hab¨ªa estado perjudicando la comunicaci¨®n entre los miembros de la comunidad cient¨ªfica internacional.

Apenas unos pocos meses despu¨¦s de que el presidente estadounidense John F. Kennedy propugnara en un periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas la proclamaci¨®n de un Decenio para el Desarrollo (1960-1970), comenz¨® la elaboraci¨®n del Mapa Mundial de Suelos con el respaldo de la UNESCO y la (FAO).

La realizaci¨®n de este proyecto herc¨²leo finaliz¨® al cabo de 20 a?os de trabajos continuos y ahora est¨¢ disponible en versi¨®n digital. Ese mapa fue el resultado de la cooperaci¨®n internacional entre especialistas cient¨ªficos de numerosos pa¨ªses que colaboraron juntos para elaborar un nuevo sistema internacional de clasificaci¨®n de los suelos. Hasta hace muy poco, dicho mapa ha constituido la ¨²nica visi¨®n global de los recursos de los suelos del planeta y ha mostrado ser un ejemplo de la fuerza que posee la cooperaci¨®n cient¨ªfica para unir a la humanidad en una tarea com¨²n.

Ventajas de la colaboraci¨®n cient¨ªfica ¨C La Humanidad y la Biosfera

A finales de los a?os sesenta y principios de los setenta, los problemas medioambientales del mundo empezaron a ocupar un lugar preponderante. El auge econ¨®mico excepcional de la posguerra hab¨ªa tra¨ªdo consigo una voraz explotaci¨®n de los recursos no renovables, altos niveles de contaminaci¨®n y la p¨¦rdida potencial de h¨¢bitats naturales.

En 1971, en el llamado ¡°Mensaje de Menton¡±, unos 4.000 cient¨ªficos de todo el mundo alertaron al Secretario General de la Naciones Unidas de que la Tierra albergaba ya una poblaci¨®n demasiado numerosa en relaci¨®n con los recursos disponibles que pose¨ªa.

?C¨®mo podr¨ªan entonces los seres humanos compaginar la prosecuci¨®n del desarrollo y la preservaci¨®n de la biodiversidad del medio ambiente en que viven? Para contribuir a dar una respuesta a este interrogante, ese mismo a?o la UNESCO puso en marcha el Programa sobre El Hombre y la Biosfera (MAB).

As¨ª, un a?o antes de que en la hist¨®rica Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en 1972 en Estocolmo, se iniciara el proceso de elaboraci¨®n del concepto de desarrollo sostenible, el Programa MAB hab¨ªa propuesto ya la creaci¨®n de algunas zonas en el mundo donde sus poblaciones contrajeran el compromiso de preservar la naturaleza con actividades de desarrollo socioecon¨®mico sostenibles, respetando al mismo tiempo las culturas y tradiciones locales. Obviamente, esto supuso un enfoque revolucionario de la conservaci¨®n de la naturaleza, al especificar que ¨¦sta no consist¨ªa simplemente en crear reservas y parques naturales aislados e intactos, sino tambi¨¦n en elaborar y fomentar la aplicaci¨®n de m¨¦todos sostenibles de gesti¨®n de los recursos de la naturaleza existentes, as¨ª como buscar formas de convivir en armon¨ªa con ellos. Estas zonas recibieron el nombre de Reservas de Biosfera. Desde el inicio del Programa MAB, en estos sitios se ha fomentado la coexistencia pac¨ªfica y equilibrada entre sus poblaciones y el medio ambiente, as¨ª como el desarrollo social y el respeto al patrimonio natural y geol¨®gico que poseen. Cada reserva respalda proyectos en ¨¢mbitos muy diversos, como el turismo sostenible o los cultivos y la cr¨ªa de productos alimentarios org¨¢nicos, e incluso ¨Cy esto es lo m¨¢s importante¨C en el ¨¢mbito de la investigaci¨®n cient¨ªfica.

Gracias al Programa MAB, la UNESCO est¨¢ proporcionando en 2021 una plataforma ¨²nica en su g¨¦nero para la cooperaci¨®n en investigaci¨®n y desarrollo, la creaci¨®n de capacidades y el establecimiento de redes destinadas a intercambiar informaci¨®n entre las 727 reservas de biosfera situadas en 131 pa¨ªses, en las que los 260 millones de personas que las habitan las consideran como su propio hogar. La experiencia de las Reservas Biosfera ha mostrado que son ¡°lugares de aprendizaje del desarrollo sostenible¡¯. Constituyen una prueba de que es posible que la humanidad viva en armon¨ªa con la naturaleza y adquiera competencias para compaginar sus actividades con la conservaci¨®n del planeta.

?C¨®mo cooperan los cient¨ªficos? ¨C Ciencia para la paz en el Oriente Medio

Los pa¨ªses de la regi¨®n del Oriente Medio tienen en com¨²n numerosas caracter¨ªsticas aglutinadoras en el plano ling¨¹¨ªstico, religioso, hist¨®rico y cultural, y tambi¨¦n albergan aspiraciones comunes. No obstante, a lo largo de toda su historia reciente la inestabilidad pol¨ªtica y los conflictos armados han frenado el desarrollo en esta regi¨®n.

Agrupar a esos pa¨ªses en un organismo intergubernamental capaz de dejar de lado sus diferencias hist¨®ricas y pol¨ªticas en nombre de la ciencia, esta es una de las misiones que la UNESCO se ha asignado en el nuevo milenio.

A pesar de numerosos problemas, en 2017 lleg¨® a ser una realidad el Centro Internacional de Radiaciones de Sincrotr¨®n para Ciencias Experimentales y Aplicadas en Oriente Medio ().

Este laboratorio, con sede en Jordania, permite que la comunidad cient¨ªfica de los pa¨ªses de la regi¨®n miembros del Centro lleve a cabo investigaciones de categor¨ªa mundial en toda una serie de ¨¢mbitos, que van desde la biolog¨ªa a la arqueolog¨ªa.

La cooperaci¨®n cient¨ªfica de alto nivel en este centro est¨¢ contribuyendo a fomentar la cultura de paz en la regi¨®n. Los cient¨ªficos de los ocho pa¨ªses miembros titulares de SESAME ¨C Chipre, Egipto, Ir¨¢n, Israel, Jordania, Pakist¨¢n, Palestina y Turqu¨ªa¨C trabajan juntos en este laboratorio, probando as¨ª que la ciencia puede ser un lenguaje com¨²n a todos ellos.

Estamos tratando de crear un entendimiento entre los pa¨ªses de la regi¨®n gracias a la ciencia. Este proyecto es muy especial. Cada uno de nosotros trae consigo su propio historial personal, con las heridas y cicatrices correspondientes, y tambi¨¦n llega aqu¨ª con sus propios intereses. Sin embargo, todos tenemos una idea en com¨²n: beneficiar a los pueblos de esta regi¨®n del mundo y a la humanidad en su conjunto.

Eliezer RabinoviciPresidente del Comit¨¦ Israel¨ª para SESAME

Ciencia abierta ¨C Colaboraci¨®n e innovaci¨®n para un futuro sostenible

La humanidad sigue afrontando retos muy complejos que las comunidades y los gobiernos no pueden resolver por s¨ª solos.

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la cooperaci¨®n entre los seres humanos porque todos vivimos en un mismo planeta. La rapidez inigualable con la que se han descubierto las vacunas contra esta enfermedad se debe, en parte, a la colaboraci¨®n mundial entre los hombres de ciencia.

Entre los dirigentes del mundo predomina la opini¨®n de que esa colaboraci¨®n es esencial para afrontar retos tan inminentes como la p¨¦rdida de biodiversidad, la contaminaci¨®n, la reducci¨®n de la pobreza y la introducci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas disruptivas como la Inteligencia Artificial (IA).

Para tratar los complejos problemas planteados por el siglo XXI, la ciencia necesita ser m¨¢s transparente, accesible e inclusiva. Es preciso que sea una ciencia abierta.

Aproximadamente un 70% de las publicaciones cient¨ªficas del mundo son de pago o de acceso limitado. Durante la reciente crisis sanitaria, ese porcentaje baj¨® hasta llegar a un 30% en el caso de las publicaciones dedicadas a la COVID-19. Esto prueba que la ciencia puede ser m¨¢s transparente y aprovecharse mejor en com¨²n para beneficio de todos.

El aprovechamiento compartido de los datos cient¨ªficos a nivel mundial es un formidable acelerador de la investigaci¨®n: tan s¨®lo se necesitaron 3 d¨ªas para descodificar el genoma del coronavirus, gracias a la colaboraci¨®n sin precedentes de investigadores de muy distintos pa¨ªses.

Con la ciencia abierta, los cient¨ªficos e ingenieros pueden utilizar licencias de c¨®digo y contenido abiertos para compartir m¨¢s ampliamente sus publicaciones, datos, materiales e infraestructuras de investigaci¨®n.

La ciencia cl¨¢sica se puede enriquecer con la apertura a otros sistemas de conocimiento, efectuando intercambios con pueblos ind¨ªgenas y grupos marginados, lo cual redundar¨ªa en beneficio de todos en todas las partes del mundo.

En 2021 se adopt¨® la primera Recomendaci¨®n de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta, con vistas a que el conocimiento ya no sea el privilegio de una minor¨ªa, sino un bien com¨²n al que se pueda acceder de forma m¨¢s equitativa.

Muchos cient¨ªficos ya se han unido a la UNESCO para elaborar la primera Recomendaci¨®n Mundial sobre la Ciencia Abierta, en la que se establezcan normas internacionales para que esta clase de ciencia llegue a ser una realidad sin exclusi¨®n alguna.

No obstante, cabe se?alar que algunos avances cient¨ªficos descontrolados pueden causar hondas preocupaciones por no ser siempre admisibles en el plano de la ¨¦tica.

La celeridad de los avances de la ciencia no va forzosamente emparejada con el ritmo de los diversos debates entablados en la sociedad humana acerca de las posibles repercusiones que puedan tener en ella esos progresos. Para abordar las preocupaciones suscitadas, la UNESCO viene promoviendo desde el decenio de 1970 una reflexi¨®n sobre la ¨¦tica de las ciencias de vida que culmin¨® con la creaci¨®n del Programa sobre ?tica de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa en el decenio de 1990.

La UNESCO considera que el genoma humano es un ¡°patrimonio com¨²n de la humanidad¡± que, por lo tanto, debe ser protegido y transmitido a las generaciones venideras. Todo avance la ciencia debe ser examinado a la luz del respeto de los derechos humanos.

Iniciativas de la UNESCO relativas a la ciencia

Un calendario de las iniciativas

1954

CERN - Avanzar las fronteras de las tecnolog¨ªas

Miles de ingenieros, t¨¦cnicos y cient¨ªficos trabajan a diario en la creaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y competencia pr¨¢cticas que las sociedades humanas pueden aprovechar en com¨²n.

El CERN colabora tambi¨¦n con las empresas, ya sean grandes, medianas, peque?as o emergentes, y tambi¨¦n interact¨²a con otras partes interesadas, especialmente con los encargados de la elaboraci¨®n de pol¨ªticas pertenecientes a los Estados Miembros que lo componen.

1961

UNESCO-FAO Mapa Mundial de Suelos

El (en ingl¨¦s) de la Organizaci¨®n de la Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) es la versi¨®n digitalizada del Mapa Mundial de Suelos , editado anteriormente en versi¨®n impresa a escala 1:5 millones con el apoyo ambas organizaciones. En el mapa digitalizado se muestran 4.931 unidades de ¡°asociaciones de suelos¡±, esto es, de mezclas de sus diferentes tipos.

1964

ICTP

El Centro Internacional de F¨ªsica Te¨®rica Abdus Salam (ICTP) es un instituto internacional de investigaciones en ciencias f¨ªsicas y matem¨¢ticas que funciona en el marco de un acuerdo tripartito entre el gobierno italiano, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la ·¡»å³Ü³¦²¹³¦¾±¨®²Ô, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA).

1971

Red Mundial de Reservas de Biosfera

La Red Mundial de Reservas de Biosfera del Programa MAB de la UNESCO ofrece soluciones para lograr un desarrollo sostenible en contextos ecol¨®gicos y socioecon¨®micos muy diversos. Esta Red propicia en cada una de sus reservas la integraci¨®n arm¨®nica de las poblaciones con la naturaleza en aras del desarrollo sostenible, fomentando el di¨¢logo participativo, el aprovechamiento compartido de los conocimientos, la reducci¨®n de la pobreza y la mejora del bienestar humano, el respeto de los valores culturales y la capacidad de la sociedad para afrontar los cambios, es decir, contribuyendo a la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

2017

SESAME

El centro internacional SESAME de investigaciones cient¨ªficas es un laboratorio competitivo de radiaciones de sincrotr¨®n para ciencias experimentales y aplicadas. Inaugurado el 16 de mayo de 2017 en Allan (Jordania), es el primero en su g¨¦nero en la regi¨®n del Oriente Medio y pa¨ªses vecinos. La realizaci¨®n de este proyecto precursor, establecido bajo los auspicios de la UNESCO, ha sido el resultado de 14 a?os del denodado esfuerzo llevado a cabo por ocho pa¨ªses agrupados en torno a un doble objetivo com¨²n: consolidar la excelencia cient¨ªfica en la regi¨®n; y poner en pr¨¢ctica la colaboraci¨®n, el di¨¢logo y el entendimiento rec¨ªprocos entre cient¨ªficos de distintos or¨ªgenes culturales, pol¨ªticos y religiosos.

2021

El primer marco internacional sobre la ciencia abierta fue aprobado por los 193 pa¨ªses asistentes a la reuni¨®n de la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2021. Al preconizar que la ciencia debe ser m¨¢s transparente y accesible, la Recomendaci¨®n de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta har¨¢ que llegue a ser tambi¨¦n m¨¢s equitativa e inclusiva en los hechos. En un sistema de ciencia abierta, los cient¨ªficos e ingenieros pueden utilizar licencias de c¨®digo y contenido abiertos para compartir m¨¢s ampliamente sus publicaciones y datos, e incluso programaciones e infraestructuras inform¨¢ticas. La ciencia abierta debe, por consiguiente, fortalecer la cooperaci¨®n cient¨ªfica internacional.