Una modelización permitió llegar a la conclusión de que unas 2.000 personas por lo menos se verían directamente afectadas, en caso de que se produjera una alerta local contra un tsunami dejando a la población un plazo forzosamente muy corto para reaccionar. Para prepararse contra semejante eventualidad, las autoridades municipales organizaron, con el apoyo de la UNESCO y otras instituciones competentes, un simulacro de alerta contra un tsunami y de evacuación de la población. Después de los ejercicios de simulación realizados, Fort-Liberté ha sido declarada ciudad “Lista para afrontar tsunamis”.
Fort-Liberté se hizo acreedora a esta distinción como resultado de la gran labor realizada por la Dirección de la Protección Civil y del Servicio Marítimo y de Navegación de Haití (SEMANAH), junto con la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI-UNESCO) y su Centro de Información sobre los Tsunamis en el Caribe (CTIC), y con diversos organismos internacionales asociados como el Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Programa de Alerta contra los Tsunamis en el Caribe (CTWP) de los Estados Unidos de América.
Ser reconocida como ciudad “Lista para afrontar tsunamis” requiere cumplir con una serie de requisitos que atestiguan la existencia de un grado de preparación suficiente para afrontar un posible desastre provocado por un maremoto. La ciudad de Fort-Liberté cuenta, por ejemplo, con protocolos operativos propios que le permiten disponer de 50 puntos focales, tanto locales como nacionales, que son aptos para recibir y difundir alertas contra los tsunamis. También cuenta con una cartografía de sus zonas inundables y de los itinerarios de evacuación que ha de seguir la población en caso de desastre. Además, gracias al apoyo de la UNESCO y a la ayuda financiera de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO), las autoridades locales han instalado señales de alerta contra los tsunamis en la ciudad y han repartido entre sus habitantes el material correspondiente para que afronten preparados una eventual catástrofe.
Este reconocimiento es un estímulo para proseguir la labor de formación y prevención en función de los datos sísmicos disponibles, ya que la mayoría de las ciudades y poblaciones costeras de Haití están expuestas al riesgo de verse azotadas por tsunamis. La UNESCO, por lo tanto, va seguir prestando ayuda a la población y continuará coordinando los programas de sensibilización a estos desastres naturales en colaboración con las autoridades locales y nacionales, y también con sus socios internacionales.