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El Fondo para la Infancia y la Adolescencia de China, galardonado por la UNESCO, ayuda a las niñas desfavorecidas a prosperar mediante la educación
“Queremos que todas las niñas puedan disfrutar de una vida brillante y construirse un futuro mejor”, declaró Zhu Dongyun, vicesecretario general del Fondo para la Infancia y la Adolescencia de China (CCTF).
El CCTF (por sus siglas en inglés), fundado en 1981, ha sido galardonado con el Premio UNESCO de ܳó de las Niñas y las Mujeres por su (Brote de Primavera), que promueve una educación equitativa, inclusiva y de calidad para las niñas desde 1989.
Su apoyo holístico incluye la ayuda a niñas de familias con bajos ingresos desde la educación primaria hasta la superior, la promoción y sensibilización a gran escala, y la capacitación de las adolescentes, incluidas las competencias digitales con miras a generar ingresos y empleo.
El proyecto también promueve la salud mental y los entornos de apoyo mediante campamentos de verano y talleres escolares, así como asociaciones con grupos de mujeres y organizaciones sociales de base.
A finales de 2022, el proyecto abarcaba 31 provincias, regiones autónomas y municipios, y 56 grupos étnicos, beneficiando a más de 4 millones de niñas.
Evolucionar para responder a las nuevas necesidades
El proyecto “Brote de Primavera” se fundó en una época en China no había decretado aún los nueve años de educación obligatoria universal y las familias tenían que sufragar todavía las tasas de estudio y los costes de los libros de texto.
“Algunas familias rurales eran demasiado pobres para enviar a sus hijas a la escuela. Algunos padres que vivían en regiones remotas, influidos por viejos prejuicios culturales, elegían a los niños y no a las niñas cuando sólo podían permitirse enviar a algunos de sus hijos a la escuela”, afirma Zhang Yanhong, secretario general del CCTF.
De 1989 a 2000, el proyecto subvencionó el acceso de las niñas a la educación y proporcionó formación práctica. El enfoque cambió tras el aumento de la financiación gubernamental a la educación y la mejora de las tasas de matriculación de niñas en todos los niveles educativos.
De 2001 a 2011, se hizo más hincapié más en la educación secundaria superior y en la enseñanza superior general y profesional. En 2012, el proyecto creció nuevamente para abarcar las materias de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), así como las competencias digitales, la educación sobre la adolescencia y la atención sanitaria.
Entre las características innovadoras del proyecto figuran los campamentos para desarrollar las competencias científicas y tecnológicas de las niñas, y los rincones acogedores para las niñas, que existen en más de 100 escuelas y espacios comunitarios de todo el país. En estos, las niñas pueden desarrollar sus aptitudes artísticas y escénicas, recibir asesoramiento psicológico, participar en un club de lectura y recibir estuches con artículos prácticos como tampones.
Video presenting the project
Crear relaciones estrechas y sostenibles con donantes y asociados
El proyecto se financia mediante donaciones de empresas y recaudación de fondos públicos.
“Cerca del 60% de nuestros donantes en línea tienen entre 18 y 35 años. Esto es un vivo reflejo de la atención y el apoyo de la población joven de China al avance de la educación de las niñas”, afirmó Zhu Dongyun. “Escuchamos sus opiniones y diseñamos conjuntamente los programas. Les invitamos a visitar los hogares y a conocer de primera mano la vida de las niñas. Sabemos que cuanto más les impliquemos, más podremos contar con sus aportaciones. Así es como el proyecto se hace realmente sostenible”.
Internet se utiliza de diversas maneras. La página web presenta el trabajo del proyecto “Brote de Primavera” y la manera de incorporarse, proporciona información sobre la utilización de los fondos y las personas a las que llega el proyecto, y recopila los datos de los usuarios. Las redes sociales también mantienen informados a los donantes y ponen en contacto a las niñas que participan en el proyecto en todo el país.
Vidas que cambian y mejoran para siempre
“El proyecto funciona desde hace 34 años. Hemos visto a muchas niñas formar parte de él. Nos sigue impresionando la transformación de cada una de ellas”, afirma Zhang.
Yonghua Li, que recibió ayuda económica del proyecto en la escuela primaria, pudo ingresar la Universidad de Pekín para estudiar Derecho y luego obtuvo una beca completa para su máster.
“El proyecto Brote de Primavera me cambió la vida. He tenido la oportunidad de estudiar y vivir una vida mejor y maravillosa”, afirma.
“El proyecto me ayudó a encontrarme a mí misma. Ahora estudio psicología aplicada. Mi sueño es volver a mi ciudad natal y convertirme en docente, porque quiero ayudar a más personas”, afirma Bifen Lin, de familia humilde, con problemas en sus estudios y baja autoestima.
Con la financiación del Premio, el CCTF prevé ampliar su campaña “Sueños para el futuro”, centrándose en las niñas de familias pobres de minorías étnicas y en las que viven en regiones rurales remotas y subdesarrolladas. También espera reforzar los intercambios en el plano internacional, especialmente con las organizaciones de países en desarrollo que aspiran a promover la educación de niñas y mujeres.