Según ONUSIDA, organismo copatrocinado por la UNESCO, a finales de 2021 cinco millones de personas en África Occidental y Central vivían con el VIH. A pesar de los progresos realizados, en 2022 se registraron 14 800 nuevas infecciones por el VIH, con un riesgo tres veces superior para las niñas y las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años que para los niños y los hombres jóvenes.
El conocimiento es poder
Tener conocimientos sobre el VIH y el SIDA puede ayudar a equilibrar la balanza y salvar vidas. Pero entre los adolescentes del África Occidental y Central, sólo el 24% de los jóvenes y el 22% de las jóvenes de entre 15 y 19 años tienen un conocimiento exhaustivo sobre el VIH. Los niveles de transmisión unidos a la falta de conocimientos tienen una repercusión directa en los resultados de salud y educación de los jóvenes de la región.
“No sabía por qué, pero durante mi crecimiento me salían erupciones en el cuerpo que aparecían y desaparecían”, cuenta Cinthia, quien perdió a su madre muy joven. Las cosas dieron un vuelco en 2014: empezó a perder peso y sus ojos comenzaron a ponerse blancos. “Aunque me quejé a mi familia, solo me llevaron de urgencia al hospital cuando una noche tenía dificultades para respirar y sentía que me desgarraban el pecho”.
Cinthia permaneció en el hospital varias semanas, y allí recibió la noticia que cambiaría su vida: era seropositiva. “Me sorprendió mucho”, afirma Cinthia. “Tenía algunos conocimientos sobre el VIH, pero pensaba que sólo se corría riesgo a través de las relaciones sexuales, y yo no era sexualmente activa”.
Afrontar el estigma y la vergüenza
Cinthia dice que en su comunidad el VIH equivalía a la muerte. Significaba que no había esperanza. “Al principio fue duro. Sentí que me habían quitado la vida y la energía cuando mi familia les contó a otros miembros de la comunidad mi diagnóstico de VIH”. Durante ese tiempo, también hizo frente al acoso en su escuela, ya que sus compañeros empezaron a ponerle determinados motes.
Cinthia decidió continuar su educación y adquirir conocimientos sobre el VIH: cómo podía protegerse, proteger a los que la rodeaban, dar a luz y ser madre. “Conociendo las causas de mis erupciones y otros efectos secundarios, podía protegerme y tomar decisiones con conocimiento de causa”, afirma Cinthia.
Esta experiencia ha marcado su vida y ha reforzado su compromiso con la defensa y la educación de los demás en su comunidad. Cinthia creó vídeos y contenidos informativos, mostrándose a sí misma como ejemplo de lo que es el VIH e informando en línea a otros miembros de su comunidad y del mundo, sin sentir el peso del estigma y la vergüenza.
La educación salva vidas
La UNESCO, centrada en el fomento de la salud y la educación e informada por los jóvenes, la sociedad civil y los países de la región, ha estado a la vanguardia de los esfuerzos que desde hace tiempo conducen a la aprobación del , que aborda temas como el SIDA, los derechos y servicios sanitarios, los embarazos precoces y no deseados y la violencia de género.
Para hacer frente a la necesidad de conocimiento y promoción, la UNESCO llevó a cabo una campaña regional denominada La educación salva vidas (“L'éducation sauve des vies”, en francés), que contribuyó a los esfuerzos que desembocaron en el Compromiso de África Occidental y Central. Como parte de la campaña, la UNESCO trabajó con Cinthia y otros activistas para contar las historias de los jóvenes y sensibilizar sobre la importancia de la salud y la educación.
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“Fue muy enriquecedor”, afirma Cinthia. “Vi que la UNESCO impulsaba la educación y escuchaba nuestras historias con respeto. Me creyeron. Empecé a pensar que quizá a la gente le interesaba y que la educación sobre el VIH era crucial. Sentí que el cambio era posible en mi propio país, Camerún”.
Cuando se le preguntó sobre el futuro dijo que esperaba que los siguientes tres ámbitos de acción aporten el cambio necesario:
- Formar a los docentes con los conocimientos y herramientas necesarios para enseñar sobre el VIH desde un punto de vista basado en hechos como una asignatura independiente. También necesitan orientación sobre cómo hablar del tema.
- Apoyar a los jóvenes que viven con el VIH. La adolescencia y el VIH son ya una carga. Proporcionar a los estudiantes espacios seguros y de apoyo para sortear los desafíos, incluyendo la salud mental.
- Salvaguardar el derecho a la educación sin miedo ni estigmatización.
Cinthia ha terminado sus estudios universitarios y continúa su labor como activista. “Uno de mis objetivos es ser económicamente independiente y estable para poder tomar decisiones sanas, respetuosas y buenas para mí”, afirma Cinthia. “Ya es hora de que hablemos claro. Ya es hora de que nos sintamos libres”.
El Compromiso de África Occidental y Central fue respaldado por los ministros de educación y sanidad de 25 países de la región y constituye una importante contribución a los resultados en materia de salud, educación e igualdad de género. Los datos indican que el Compromiso puede ser decisivo para mejorar la salud y la educación de los jóvenes de la región.
La UNESCO desempeñó un papel central en la coordinación del proceso plurianual que condujo a la aprobación del Compromiso, y ahora apoya su aplicación. Esta labor incluyó consultas nacionales y regionales con los jóvenes, la sociedad civil y los diferentes gobiernos, actividades de promoción, como la campaña “La educación salva vidas”, que dio a conocer las opiniones e historias de los jóvenes, y los conocimientos técnicos sobre salud y educación.