Noticia

The Tracker: Cultura y políticas públicas | Número Especial

Este Tracker mensual está realizado por la UNESCO con el fin de monitorear el rol de la cultura en las políticas públicas en relación con la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU. Destaca el desarrollo dentro del contexto nacional y regional, así como los debates que surgen sobre la contribución de la cultura al desarrollo sostenible. Teniendo como base una variedad de fuentes, aporta una amplia visión general de las tendencias mundiales sobre políticas culturales a nivel nacional, regional e internacional y busca maneras en que los países integren la cultura dentro de otras áreas de políticas.

Mensaje de Ernesto Ottone R., Director Asistente General de Cultura de la UNESCO

Ha pasado un año desde que el COVID-19 fue declarada pandemia. Ha sido el catalizador de un año marcado por la escalada de una crisis de proporciones devastadoras, que ha afectado al patrimonio y a las industrias creativas, y ha exacerbado las vulnerabilidades y desigualdades del sector en general.

Desde entonces, los museos, los lugares culturales y los sitios del Patrimonio Mundial se han visto profundamente afectados por las restricciones de viaje, los cierres y las medidas de distanciamiento físico, que han afectado a comunidades enteras de todo el mundo. Los artistas y los trabajadores de la cultura son algunos de los que se han visto –y se siguen viendo– muy afectados por las restricciones y los cierres. Muchos trabajadores autónomos, el alma de muchos ámbitos de la cultura, se han quedado sin trabajo de un día para otro.

Al principio de la pandemia, la UNESCO tomó medidas decisivas para combatir el impacto en el sector de la cultura mediante el fortalecimiento del diálogo político mundial y la promoción del acceso continuo a la cultura. En abril del año pasado, cuando la UNESCO convocó a 130 ministros de cultura en una reunión online para debatir el impacto de la pandemia en el sector, activó y sentó las bases de un diálogo político mundial en curso con sus Estados miembros para llevar a cabo una acción consolidada que garantice el apoyo al sector en las estrategias de respuesta a la crisis. El seguimiento del impacto de la pandemia ha sido esencial para calibrar las necesidades y las carencias, y ayudar a los Estados miembros a elaborar políticas adecuadas. Por ello, la UNESCO ha movilizado una amplia red de actores en el ámbito de su trabajo en la cultura para comprender mejor la situación y elaborar respuestas adecuadas. La UNESCO puso en marcha una amplia gama de herramientas de seguimiento para orientar a los responsables políticos y a los profesionales en las distintas dimensiones de las políticas culturales.

Este The Tracker de Cultura y ʴDZíپ Públicas se publicó inicialmente el pasado mes de abril como un seguimiento semanal de las políticas mundiales y posteriormente se consolidó en un formato mensual desde de septiembre del 2020. El año pasado, cada una de las convenciones y programas de cultura de la UNESCO desarrolló mecanismos de seguimiento únicos para seguir el impacto de la pandemia, que van desde el seguimiento de los cierres de sitios del Patrimonio Mundial hasta la realización de encuestas entre los Estados miembros, los gestores de los sitios, los portadores del patrimonio vivo y las autoridades locales, entre otros.

Desde que el movimiento Resiliart de la UNESCO se puso en marcha el pasado mes de abril, ha impulsado las voces de innumerables artistas y profesionales de la cultura de todo el mundo para dar a conocer sus experiencias de primera mano con el fin de informar a las políticas. Los socios regionales de la Organización y los bancos regionales de desarrollo también han sido fundamentales para apoyar este trabajo en terreno, donde más se necesita. Sabemos lo que está en juego, y por eso abogamos decididamente por la integración de la cultura en las estrategias y planes de recuperación.

La pandemia ha puesto de manifiesto la contribución vital de la cultura al pleno desarrollo de nuestras sociedades

Aunque el año pinta el panorama de un sector que ha luchado por sobrevivir ante la enorme presión financiera, la cultura sigue siendo resistente y adaptable. Hoy en día, es esta creatividad, innovación y resiliencia la que también está ayudando a mantener nuestro sector a flote. La pandemia ha puesto de manifiesto la contribución vital de la cultura al pleno desarrollo de nuestras sociedades, y cómo se ha adaptado a las circunstancias cambiantes. COVID-19 dejará su huella en nuestro funcionamiento como sector y como organización.

También es una ocasión para mirar al futuro y decidir qué medidas son necesarias para avanzar hacia un sector cultural más resistente y sostenible. Al pasar la página en un segundo año de la pandemia, nuestras experiencias han demostrado que no podemos seguir de la misma manera que antes. Es una oportunidad para volver a construir mejor.

 


© UNESCO

 

media:publication:4c2ca70f-e850-438d-8591-b45cdad51de3