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Talleres sobre patrimonio cultural subacuático en Paraguay
En el marco de la misión del Consejo Consultivo Científico y Técnico (STAB) de la aprobada por la Mesa de la Reunión de los Estados Parte para la Convención en junio de este año, los días 20, 21 y 22 de octubre de 2020 se celebraron tres instancias de intercambio y diálogo con autoridades políticas, cuerpos técnicos y académicos y público general.
En la sesión inaugural, Lidia Brito, Directora de la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe, subrayó la importancia de estos encuentros:
“Indica que tenemos un espacio para trabajar en conjunto varias organizaciones y que la presencia de tantas instituciones paraguayas, muestra que cuando hablamos de patrimonio cultural lo hacemos de manera conjunta porque es nuestra identidad, es nuestra historia”.
Ulrike Guerin, especialista de la Secretaría de la Convención 2001 de la UNESCO, destacó el papel de la Convención como norma internacional para la preservación del patrimonio cultural subacuático y como estándar de carácter científico, ofreciendo principios éticos, medidas de protección y reglas para la investigación.
Por su parte, la arquitecta Natalia Antola, Directora General de Patrimonio Cultural y miembros del equipo técnico de la de Paraguay, presentaron los antecedentes y características de los pecios aflorados en Río Paraguay y los retos y oportunidades que este patrimonio ofrece al país.
Especialistas y académicos paraguayos también compartieron sus conocimientos, enfatizando la importancia del patrimonio cultural vinculado a los cauces hídricos de la Cuenca del Plata, así como la necesidad de planificar su protección y conservación desde una mirada interdisciplinaria.
De la mano de los integrantes de la misión técnica, la Dra. Dolores Elkin (CONICET-Argentina), la Arqueóloga Helena Barba (INAH-México) y la Dra. Barbara Davidde (ISCR-Italia), compartieron con los participantes la importancia de la protección y la investigación de este patrimonio, la necesidad de creación de recursos humanos especializados, y buenas prácticas para su conservación y puesta en valor en la región.
“El trabajo arqueológico conlleva una responsabilidad y compromiso ético. La creación de capacidades entorno a la arqueología subacuática debe ser una prioridad para cada uno de los Estados Parte de la Convención 2001 y la protección de este patrimonio debe ser una formación incluyente a cada uno de los miembros de la sociedad”,
sostuvo Helena Barba, misión STAB.
Las sesiones, que contaron con una alta participación de representantes de distintas instituciones políticas y científicas, demostraron la oportunidad para el diálogo interinstitucional y de la colaboración en la efectiva implementación de los principios y normas de la Convención 2001 en Paraguay.