Desde que perdi¨® la mayor parte de su ganado en una reciente sequ¨ªa, el pastor Angelech Losoro ha cambiado las resecas tierras del noroeste de Kenia por las aguas del cercano lago Turkana, donde ahora se gana la vida pescando.
Entre 2021 y 2023, Kenia se enfrent¨® a su peor sequ¨ªa en 40 a?os. S¨®lo en el condado de Turkana, m¨¢s de como Losoro abandonaron su modo de vida: ?Me dije: en lugar de morir en este lugar, d¨¦jame ir (al lago) y darle una oportunidad?.
El lago Turkana, el mayor lago des¨¦rtico permanente del mundo y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, ofrece esperanza. En los ¨²ltimos a?os ha producido 17.300 toneladas m¨¦tricas de pescado, y podr¨ªa producir bastante m¨¢s, seg¨²n un estudio reciente del Instituto de Investigaci¨®n Marina y Pesquera de Kenia encargado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y coordinado por la UNESCO.

Sin embargo, sigue habiendo desaf¨ªos. A medida que aumenta el n¨²mero de pastores que se pasan a la pesca, la competencia por unos recursos cada vez m¨¢s escasos podr¨ªa provocar conflictos entre comunidades. Los pescadores tambi¨¦n tienen dificultades para transportar sus capturas, que perecen r¨¢pidamente, hasta los clientes potenciales.
El PMA y la UNESCO, en colaboraci¨®n con los gobiernos de los condados de Marsabit y Turkana, est¨¢n poniendo en marcha un nuevo programa para liberar de forma sostenible el potencial econ¨®mico del lago para quienes viven en sus orillas.

El programa de 5 a?os, financiado por el Reino de los Pa¨ªses Bajos con fondos adicionales del Ministerio Federal de Cooperaci¨®n Econ¨®mica y Desarrollo de Alemania, apoya toda la cadena de valor, desde el lago hasta el plato.
Tenemos que asegurarnos de que todas las familias de esta comunidad se beneficien de este proyecto, no s¨®lo a corto plazo, sino durante generaciones. De este modo, podremos crear un futuro sostenible para el lago Turkana y sus habitantes.
Esto empieza por garantizar que el lago se mantenga sano, fomentando pr¨¢cticas pesqueras sostenibles y gestionando eficazmente los recursos h¨ªdricos. Los conocimientos cient¨ªficos y t¨¦cnicos de la UNESCO son esenciales a este respecto.
Por ejemplo, para comprender mejor las poblaciones de peces, la UNESCO est¨¢ recopilando datos sobre las capturas y la biomasa de peces mediante estudios que se repiten a lo largo de varios a?os. Los primeros resultados han revelado la presencia de grandes cantidades de peque?os peces pel¨¢gicos, que son nutritivos y f¨¢ciles de procesar, pues basta con secarlos al sol.
Sobre la base de la labor del PMA en las orillas del lago, el programa tambi¨¦n ampliar¨¢ las instalaciones de almacenamiento en fr¨ªo y secado solar, y formar¨¢ a las comunidades en mejores t¨¦cnicas de manipulaci¨®n y procesamiento del pescado, lo que les permitir¨¢ obtener precios m¨¢s altos y llegar a mercados m¨¢s lejanos.
Sin embargo, como subraya Claudia Ah Poe, Jefa de Clima, Resiliencia y Sistemas Alimentarios del PMA en Kenia, ?invertir en el potencial econ¨®mico del lago Turkana no consiste solo en crear empleo y adaptarse al cambio clim¨¢tico, sino tambi¨¦n en crear un entorno propicio para la paz y la estabilidad. Cuando las comunidades tienen acceso a recursos y oportunidades bien gestionados, es menos probable que se instalen los conflictos.?
Por ello, el programa dotar¨¢ a los pescadores, especialmente a las mujeres y los j¨®venes, de aptitudes de desarrollo empresarial para acceder a mercados m¨¢s grandes y a financiaci¨®n. Y, reconociendo que una comunidad sana depende de una dieta sana, el programa pretende reducir las tasas locales de malnutrici¨®n, que est¨¢n entre las m¨¢s altas del pa¨ªs, animando a la gente a incluir m¨¢s pescado rico en prote¨ªnas en sus comidas.
En todos estos esfuerzos, la cooperaci¨®n es clave, porque los objetivos ambiciosos no pueden alcanzarse actuando en solitario. Por ello, el PMA, la UNESCO y los gobiernos de los condados de Marsabit y Turkana colaborar¨¢n estrechamente con los asociados para el desarrollo, el sector privado y las comunidades locales. De este modo, el programa pretende liberar el verdadero potencial del lago Turkana y transformar las vidas y los medios de subsistencia locales a largo plazo.

El sitio de los fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1997. Desde 2018 figura en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.