íܱ
No hay diversidad cultural sin diversidad de género
Autoras: Gloria María Lescano Méndez y Clara María Rodríguez Ruiz
El Perú es un país rico en herencias culturales, pero es también un país de grandes desigualdades, entre ellas, las de género. Las mujeres, en su diversidad, sufren masiva y sistemáticamente injusticias y violencias que se expresan de diferente manera.
La desigualdad salarial, las expresiones discriminatorias, el acoso sexual y la dificultad de acceso a roles de representación comunitaria, cargos públicos y de toma de decisiones, son ejemplos de esta problemática.
El sector cultural no es ajeno a esta situación. En las artes y las industrias culturales se observa menor acceso a la formación y mayor precariedad laboral, lo que incrementa la dependencia y el riesgo de sufrir violencia. De acuerdo con la OIT en promedio en el ámbito de las “artes, entretenimiento y recreo”, las mujeres ocupan únicamente el 31% de los puestos de dirección ejecutiva. (UNESCO, 2021). Además, de acuerdo a la ficha “La situación precaria de las mujeres de la IEU publicada en 2017, en el 85% de los países el número de mujeres trabajando a tiempo parcial en profesiones culturales era más alto que el número de hombres que trabajan en el ámbito de la cultura” (UNESCO, 2021)
Del mismo modo, la desigualdad de género se hace evidente en la transmisión de saberes en cada territorio. El papel de las mujeres en el patrimonio cultural inmaterial del país abarca aspectos privados y públicos de la vida en comunidad. Por ello, se requieren investigaciones urgentes sobre la discriminación de género que las afecta directamente, pero también sobre aquellas que se perpetúan al interior de muchas de nuestras tradiciones, cuyas normas o contenidos normalizan la violencia física, sicológica o sexual.
Visibilizar el problema y abrir oportunidades
Atender esta problemática requiere dialogar con las comunidades y necesita ser abordada en los planes locales de cultura, así como en las herramientas de políticas públicas culturales. Ante esta situación, la oficina de UNESCO Perú viene impulsando dos medidas: la Beca Gestoras Culturales y el programa Ciudades Patrimoniales con Enfoque de Género.
La Beca Gestoras Culturales, desarrollada en alianza con el Museo de Arte de Lima y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya desde el 2020, brinda acceso gratuito a formación en gestión cultural a trabajadoras del arte y la cultura. La beca es dirigida a gestoras culturales que, en condiciones de adversidad, realizan una laboral cultural encomiable en sus territorios. La medida pone foco en mujeres pertenecientes a grupos de especial protección, que vivan fuera de la capital del país y que cuenten con carga familiar.
Hasta el momento la Beca Gestoras Culturales ha desarrollado 4 ediciones, beneficiando a 11 trabajadoras del arte y la cultura de 5 regiones del Perú. Muchas de ellas han logrado acceder a nuevas oportunidades en su desarrollo profesional. Tal es el caso de Judith Cruz Laserna de Amazonas quien ha logrado ganar los Estímulos Económicos para la Cultura del Ministerio de Cultura con su proyecto "Rescate de la cultura y tradiciones de mi tierra". De la misma manera Liz Tania Díaz de Ucayali quien también ganó el mismo fondo con su proyecto "Ainbo, mujeres artistas creativas". Así mismo, Violeta Quispe Yupari de Ayacucho quien ha sido ganadora del Concurso de Arte al Bicentenario y semifinalista del Concurso Nacional de Pintura del Banco Central de Reserva del Perú.
Por otro lado, el programa Ciudades Patrimoniales con Enfoque de Género se viene desarrollando desde el 2021 en alianza con la Agencia 貹ñDZa de Cooperación Internacional para el Desarrollo – AECID, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Esta medida tiene por objetivo fortalecer las capacidades para la transversalización del enfoque de género en la gestión local del patrimonio en agentes culturales, con énfasis en mujeres artesanas, cultoras y portadoras de patrimonio inmaterial, así como a gestoras e investigadoras.
Gracias al programa se ha capacitado sobre patrimonio inmaterial, gestión local con enfoque de género y comercio electrónico artesanal a 405 agentes culturales en 10 regiones del país. Así mismo se han creado 18 nuevas tiendas virtuales para 18 asociaciones artesanales de mujeres con 135 trabajadoras en la plataforma Ruraqmaki.pe. En el marco de estas actividades las y los participantes identificaron más de 70 expresiones de patrimonio inmaterial en manos de mujeres y más de 25 expresiones con posibles contenidos o acciones de discriminación de género.
Queda aún mucho por hacer para romper barreras de acceso y de equidad, pero, de la mano con las trabajadoras del arte y la cultura del Perú, buscaremos trabajar para lograr una sociedad que aliente la diversidad y elimine la violencia en el ejercicio de los derechos culturales de las mujeres.