Las carreras STEM (es decir, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) se asocian con habilidades que son cada vez más importantes y valiosas, como la solución de problemas complejos, y el pensamiento analítico y crítico. Además, quienes egresan de estas especialidades son mejor remunerados que quienes se desempeñan en otras áreas y la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en dicho mercado laboral es menor.
Sin embargo, , en 2019 la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras era de solo 29,3% y apenas el 35% de los estudiantes de STEM en la educación superior eran mujeres. La brecha de género se amplía cuanto más se avanza en los niveles educativos, lo cual explica, en cierto modo, que históricamente solo 22 mujeres hayan ganado el en alguna rama de las ciencias. En América Latina y el Caribe las mujeres representan en ciencia. Asimismo, en cuanto a matrícula en carreras STEM a nivel de educación superior, , , , y .
Además, según una encuesta realizada por el en empresas de América Latina persiste una importante brecha de género en las áreas STEM, ya que sólo un tercio de los empleados con títulos en estas áreas son mujeres.
Con la convicción de que es posible derribar prejuicios y estereotipos de género, inspirar a niñas en las STEM y aumentar la participación femenina en este tipo de carreras, en 2016 nació en Chile . Esta fundación acerca el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, el arte y las matemáticas a niñas y jóvenes de entre 12 y 16 años “para que miren la ciencia y la tecnología con nuevos ojos, articulando el ecosistema para derribar prejuicios y estereotipos de género”. Sus iniciativas se han ampliado a Argentina y Colombia.
Una de sus actividades más importantes es la Semana Ingeniosas, espacio que cuenta con el apoyo de la UNESCO y en el que escuelas primarias y secundarias viven una experiencia con charlas inspiracionales y talleres de ciencias y tecnologías. Cada una de estas acciones buscan derribar los estereotipos que alejan a las niñas de estas disciplinas. Asimismo, existe apoyo de mentorías, actividades y propuestas programáticas que orientan a docentes, padres, madres y cuidadores para que también ayuden a las niñas en el fomento de su vocación STEM. Además, organizan mesas de trabajo donde se comparten experiencias con otros organismos, entre otras acciones.

Gabriela Castillo, periodista, lidera esta fundación y conversó con la UNESCO.
Gabriela, desde la experiencia de Ingeniosas, ¿Qué factores afectan a las niñas en el desarrollo de vocaciones y en sus motivaciones para incorporarse a carreras STEM?
En los 6 años que hemos trabajado en la promoción de la ciencia y tecnología en niñas y adolescentes de Chile y América Latina hemos visto que existen diferentes factores que afectan en la motivación hacia las STEM y en las vocaciones en estas carreras.
En primera instancia, existen estereotipos de género hacia estas áreas que limitan su interés y que hacen que perciban las STEM de forma negativa. Existe el prejuicio social de que estas carreras son masculinas y debemos cambiar esa percepción, ya que las carreras no tienen género. Las niñas y adolescentes tienden a no sentirse iguales en capacidades y habilidades que los varones, y desarrollan una percepción errónea sobre ellas mismas respecto a estas disciplinas: "soy mala para las matemáticas", "no sirvo para la física". Esto también sucede porque no se les muestran estas áreas de forma adecuada, oportuna y dinámica , alejándolas.
Por otra parte, falta potenciar los modelos de rol femeninos en estas disciplinas. Existen historias emblemáticas de mujeres del pasado y del presente que debemos evidenciar como casos reales y concretos, con el objetivo de acercarlas y que se puedan identificar con ellas.
Otro factor que afecta en su motivación es cómo se lleva la mirada de género en la sala de clases. Si no fomentamos la participación igualitaria, el uso adecuado del lenguaje, y los modelos de rol femenino en la sala de clases, es difícil generar el interés necesario para que las niñas se motiven hacia la ciencia y tecnología.

¿Qué propone Ingeniosas para trabajar sobre estos factores?
Ingeniosas es una fundación que fomenta la ciencia y la tecnología en niñas y adolescentes, con el objetivo de inspirarlas en estas áreas para que miren las STEM con nuevos ojos, cambiar percepciones y derribar estereotipos de género que repercuten en sus decisiones vocacionales futuras. Nuestros ejes estratégicos están creados en función de sensibilizar sobre las STEM con equidad de género.
Para ello contamos con una variada oferta programática, compuesta por talleres, charlas, cursos y experiencias, que permiten acercar la ciencia y la tecnología para generar confianza en las niñas, empoderarlas socioemocionalmente, cautivarlas y demostrar que estas áreas pueden ser herramientas concretas de cambio, entretenidas y accesibles. Para lograrlo desarrollamos experiencias lúdicas, prácticas y cercanas, inspiradas en modelos de rol femeninos, con el objetivo de transmitirles una percepción renovada de la ciencia y tecnología y de lo que ellas pueden generar ahí. Nuestros talleres se basan en una metodología que permite que las niñas puedan experimentar las STEM en una primera instancia de un modo que la sientan cercana, que puedan comprobar que las STEM tienen un componente colaborativo y un fin social, características que atraen a las niñas.

¿Cuáles son los aspectos que han contribuido al éxito del trabajo de ingeniosas?
Desde el trabajo directo con las niñas, ha sido clave dar con un modelo que atraiga desde la inspiración a las niñas y adolescentes y que les permita cambiar percepciones y ampliar sus horizontes. Les mostramos que la ciencia y la tecnología son entretenidas y que ellas cuentan con las mismas capacidades que los varones para explorar estas áreas y vincularse a ellas. Asimismo, ha sido clave considerar el trabajo colaborativo con el entorno de las niñas. Los apoderados, los docentes y las comunidades educativas son prioritarios para generar un contexto idóneo que motive a las niñas en estas áreas. Desde el trabajo más macro, también ha contribuido poder generar una triangulación con el sector público y privado para poder remar hacia el mismo objetivo, vinculándonos con otras organizaciones del ecosistema para que juntos se logre un mayor impacto.
Investigaciones como la de indican que para aumentar la participación femenina en las disciplinas STEM se requieren políticas más allá de lo educativo, como por ejemplo, combatir la brecha de género salarial. ¿Qué otros cambios usted considera necesarios?
Es necesario fomentar cambios culturales que partan desde la infancia y que permitan integrar la participación de la mujer de forma estratégica en el quehacer de la sociedad. Desde acciones más concretas también, como fomentar la cuota de género en los sectores públicos y privados que requieran contratar personal STEM y liderar estas áreas.
Las empresas, las organizaciones y el sector público deben comprender la importancia de la diversidad como factor determinante para hacer mejor ciencia y tecnología. Está ampliamente estudiado que equipos más diversos logran un índice mayor de creatividad, lo que permite hacer distintas preguntas y responder a esas preguntas de otra manera. La diversidad apunta a diferentes tipos, entre ellas, la participación femenina, que aporta desde su propio talento y particular mirada: creativa, analítica e innovadora. Resolver los problemas que aquejan al mundo requiere la inclusión de personas con distintos contextos e historias de vida en los equipos científicos-tecnológicos. Es esta una de las razones por las cuales necesitamos más niñas y mujeres en ciencia y tecnología.
Por otra parte, sigue siendo necesario fomentar la corresponsabilidad y los espacios que permitan el desarrollo profesional de las mujeres sin tener que sacrificar la vida familiar, de la mano de la cuota de género y del acceso a oportunidades. También es importante crear programas e iniciativas que fomenten el ingreso de mujeres a carreras STEM y para eso es necesario trabajar con y desde la infancia. Existe una edad en que la brecha de género en STEM comienza a marcarse irrevocablemente: entre los 10 y 16 años. Allí, cuando las escolares tienen que tomar decisiones sobre qué área técnica o profesional quieren seguir, es cuando debemos generar acciones concretas para entregar la información oportuna y dar espacio y libertad con conocimiento acabado sobre estas áreas, eliminando los prejuicios y estereotipos de género.
En su opinión, ¿en qué debería invertir Chile y la región de forma urgente para aumentar la participación de niñas y mujeres en STEM?
Existen diversas áreas en las que los países de Latinoamérica podrían invertir para aumentar la participación de mujeres y niñas en las STEM, de manera integral para lograr cambios a mediano y largo plazo. Algunos ya están desarrollando e implementando estrategias, otros están menos actualizados, pero lo primero, urgente y más transversal, es promover la educación STEM con mirada de género en los programas educativos como, por ejemplo, en el currículum nacional y/o programas complementarios, asegurando el acceso hacia las STEM desde la infancia. Es necesario generar desde temprana edad salas de clases inclusivas, diversas, con conciencia sobre el uso del lenguaje y mirada de género, hacer enfoques hacia los modelos de rol femeninos y fomentar la participación activa de escolares que se identifiquen con el género en los programas dirigidos a ciencia y tecnología.
En pregrado y postgrado, hay que considerar mayor inversión destinado a mujeres en investigación y desarrollo, y beneficiarlas en el acceso a través de becas u otra forma de financiamiento. En este punto también es necesario seguir incentivando oportunidades que vayan en directa relación con el fomento de emprendimientos de base científica y tecnológica con mirada de género e implementar políticas públicas que promuevan la igualdad y la diversidad en STEM, incluidas cuotas de género en la participación, contratación y promoción de carreras en ciencia y tecnología.