íܱ
Más allá de la restauración de hábitats en la Reserva de la Biosfera de la Caatinga en Brasil
Una especie endémica de la Caatinga, una reserva de la biosfera designada por la UNESCO en el noreste de Brasil, el guacamayo de Spix comenzó a ser reintroducido en 2022. El gobierno brasileño y la Asociación para la Conservación de los Loros Amenazados (ACTP) unieron fuerzas para establecer y gestionar poblaciones en cautiverio con el objetivo de criarlas y, eventualmente, reintroducirlas en la naturaleza.
Sin embargo, la reintroducción de la especie por sí sola no es suficiente. Para garantizar su supervivencia a largo plazo, iniciativas como , un proyecto liderado por jóvenes, integran restauración ecológica, educación ambiental y desarrollo socioeconómico, creando un impacto sostenible y transformador en los ecosistemas y las comunidades.
Un esfuerzo colaborativo
Los esfuerzos de reintroducción del guacamayo de Spix se llevaron a cabo en el municipio de Curaçá, Bahía.
La región, a pesar de las recientes mejoras en las condiciones sociales de su población, ha enfrentado históricamente desafíos debido a condiciones adversas. Las sequías prolongadas limitan el acceso al agua para la agricultura y el uso diario, dificultando las posibilidades de desarrollo social y económico.
Reflejando los principios de las reservas de la biosfera, que deben coordinar la conservación ambiental con el desarrollo sostenible, la investigación científica y la educación, un grupo de jóvenes activistas creó Coopera Flora Azul.
Imaginamos esta iniciativa para alinear la conservación ambiental con la viabilidad económica y ofrecer soluciones a comunidades marginadas.
Con el apoyo de socios financiadores como Youth Climate Justice Fund, Fundo Casa Socioambiental, FADURPE y la Comunidad Juvenil Global de la UNESCO, la iniciativa comenzó a trabajar en varias áreas.
Más información sobre la biodiversidad en los sitios de América Latina y el Caribe designados por la UNESCO
Empoderando a las comunidades
Para promover la restauración ecológica, se estableció un vivero comunitario equipado con un sistema de irrigación moderno. Este vivero tiene un doble propósito: restaurar áreas degradadas alrededor del hábitat del guacamayo de Spix (Cyanopsitta spixii), en peligro crítico de extinción, y generar oportunidades de ingresos para más de 80 familias.
Los agricultores locales son el eje central de este esfuerzo. A través de una formación integral en prácticas sostenibles, se les capacita para desempeñar un papel activo en la conservación, transformando su relación con la tierra y mejorando su calidad de vida.
Al mismo tiempo, la iniciativa también se centra en los niños de las escuelas locales. Entre abril y noviembre de 2024, se llevaron a cabo más de 15 actividades educativas, involucrando directamente a 1,256 niños de escuelas locales en talleres, expediciones y jornadas de plantación de árboles.
“Enseñamos a los niños qué es el medio ambiente y por qué su preservación es esencial,” explica Damilys Maria da Silva Oliveira, técnica ambiental y miembro de la comunidad. "Estos niños no solo se convertirán en los guardianes del mundo natural del mañana, sino que ya están transmitiendo este mensaje a sus familias hoy", añade Vitoria Ribeiro, Coordinadora de Actividades Educativas del proyecto.
Una visión de futuro
El proyecto ahora se enfoca en escalar sus acciones con la creación del Instituto Coopera Flora Azul, fortaleciendo la colaboración con las escuelas locales y priorizando la generación de más oportunidades más allá de la agricultura, como el turismo y la investigación. El objetivo es beneficiar a las comunidades históricamente marginadas, incluyendo quilombolas, pueblos indígenas y poblaciones rurales.