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Cada 21 de noviembre se celebra el según el calendario de las . En esta fecha se invita a los distintos estados a intercambiar programas y contenidos centrados en la paz, seguridad, desarrollo económico y social y la cultura.

La televisión es el medio que más recurren los peruanos para informarse y cada vez más tienen acceso a ella, es por ello que es una herramienta importante de orientación, dirección y movilización de la opinión pública cuando los derechos humanos están en riesgo.

En el Perú, la demanda de programas educativos y culturales es escasa. Sin embargo, Hugo Coya, presidente ejecutivo del Instituto de, ha logrado impulsar de nuevo estos contenidos con el fin de que los jóvenes observan a la televisión como una herramienta para aprender a parte de los colegios y universidades.

Para Coya, es importante el rol social que cumple la televisión porque si no se aprovecha ese espacio para promover contenidos que fomenten la curiosidad y aprendizaje de los jóvenes, pueden ser aprovechados por programas que no ayuden a la educación.

Debido a la poca audiencia de los programas infantiles y culturales, los canales de televisión no apuestan por producir programas de ese tipo. Antiguamente, los canales peruanos usaban la franja matinal para transmitir programas educativos, culturales e infantiles que son recordados con nostalgia como Plaza Sésamo o documentales sobre diversos temas.

Pero para Hugo Coya, ve una oportunidad de volver a ese escenario el día de hoy: “no es el momento de decir ‘que bonito era antes y ahora no’ sino es momento de repensar que es lo que vamos hacer para corregir lo que no nos gusta y que sea más a gusto con las preferencias del público joven”.

Es así que nació , el ambicioso proyecto del Estado que ha logrado reenganchar a la audiencia infantil con contenidos educativos y culturales, y suplir el espacio televisivo que ningún canal ha querido agarrar. Los constantes logros que ha obtenido IPE se debe a la producción de programas hechos por jóvenes para jóvenes.