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La Biblioteca Digital Mundial hace soñar a los niños con la lectura en más de 100 lenguas
El se celebra anualmente, el 23 de abril, para promover el disfrute de los libros y la lectura, conectar a las personas y las comunidades con su pasado y su futuro, tender puentes entre las generaciones y reforzar el entendimiento intercultural. Sin embargo, muchos niños de todo el mundo no tienen acceso a libros en su lengua materna, tan vitales para su aprendizaje y desarrollo. De hecho, se calcula que el en la lengua que habla o entiende.
El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor de este año se celebra tres años después de que la UNESCO y sus asociados pusieran en marcha la iniciativa Traducir una historia para facilitar la lectura en el hogar desde la más tierna edad. Presentada como parte de los esfuerzos para apoyar la continuidad del aprendizaje durante la pandemia de COVID-19, cuando millones de niños no pudieron ir a la escuela, la iniciativa ha contribuido a producir más de 9000 recursos, libros y juegos matemáticos, en 103 idiomas. Estos recursos fueron acogidos por la , una plataforma web desarrollada gracias a la alianza entre la UNESCO y la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad) y proporciona libros de lectura de alta calidad para los primeros grados que pueden leerse en dispositivos digitales o impresos.
Gran cantidad de las lenguas de la Biblioteca Digital Mundial son lenguas indígenas, que constituyen justamente el tema del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor de este año, como parte del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-32), dirigido por la UNESCO. Un gran porcentaje de las 6.700 lenguas habladas registradas por la UNESCO son indígenas. Cada una de las lenguas que figuran en el Atlas Mundial de las Lenguas de la UNESCO refleja una cosmovisión y un sistema de conocimientos, y cada una de ellas depende de la educación y de la transmisión intergeneracional para evitar su extinción, algo que reduciría la diversidad cultural. Por desgracia, las lenguas están desapareciendo a un ritmo alarmante y la UNESCO trabaja para promover el multilingüismo, incluso en el espacio en línea, y la educación en la lengua materna, ya que está demostrado que el aprendizaje en la lengua materna de un joven desde su más tierna edad tiene una influencia positiva en los rendimientos académicos futuros.
Aunque un demostró que más del 40% de los Estados Miembros de la UNESCO cuentan con legislación o normativa que garantiza el derecho de las minorías nacionales a estudiar en su lengua materna, las consecuencias prácticas pueden ser bastante complicadas. Las tecnologías digitales no sólo abren nuevas vías para que docentes, alumnos y padres accedan a materiales educativos en lengua materna, sino que también proporcionan nuevas modalidades para generar los recursos. Basándose en el principio de solidaridad mundial, la Biblioteca Digital Mundial cuenta con los esfuerzos de traductores voluntarios movilizados por los ministerios de ܳó de cada país con el apoyo de la UNESCO.
“El proceso es bastante sencillo”, explica Christer Gundersen, director de Tecnología de The Global Digital Library, “alguien traduce, otra persona corrige y ¡luego publicamos! Un traductor eficaz suele dedicar menos de una hora a la traducción de un libro... porque se trata de libros infantiles con muchas ilustraciones y textos bastante breves.”
Las tecnologías digitales también pueden implicar a los educandos de diferentes maneras. Durante la pandemia, la UNESCO y la Biblioteca Digital Mundial movilizaron a más de 100 jóvenes educandos y a sus docentes en Bangladesh en el marco de la campaña Traduce una historia. Se implicaron en la traducción de 500 libros del inglés al bengalí y a cinco lenguas de minorías étnicas, lo que permitió a los educandos de regiones remotas de Bangladesh, incluidos los niños con discapacidad visual, acceder a materiales de lectura en sus lenguas maternas. Un alumno que participó en el ejercicio de traducción afirmó: “Éramos un ejército de pequeños amantes de los libros de toda la nación, a los que se nos permitió traducir los libros para que los niños pudieran disfrutarlos en sus lenguas maternas. Fue una experiencia encantadora trabajar con muchos otros bibliófilos”.
La historia de la Biblioteca Digital Mundial
La iniciativa Traducir una historia representa un esfuerzo conjunto de una coalición de asociados, entre ellos la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad), la Asociación para el Desarrollo de la ܳó en Áڰ (ADEA), el ACNUR y la Alianza Mundial del Libro. Varios de estos asociados son miembros de la Coalición Mundial para la ܳó de la UNESCO presentada en marzo de 2020 para apoyar a los países a desarrollar y ampliar soluciones con miras a garantizar la continuación equitativa del aprendizaje durante la crisis de COVID-19 y reforzar la resiliencia de los sistemas educativos más allá de ésta.
Cuando se produjo el cierre de los centros educativos, aumentó la necesidad de disponer de recursos de lectura para los primeros grados de primaria en las lenguas que los niños utilizan principalmente en casa. En 2020, el número total de usuarios de la Biblioteca Digital Mundial era de 4,3 millones. Como muestra un , más de 100 millones de niños de todo el mundo quedarán por debajo del nivel mínimo de competencia en lectura debido a las repercusiones del cierre de escuelas durante la epidemia de COVID-19.
Uzbekistán, uno de los primeros países en dar inicio al proyecto con la UNESCO, puso rápidamente a disposición más de 100 libros en uzbeko, y otros 100 libros en ruso, que se presentaron a finales de 2020 en la GDL y la plataforma nacional con el viceministro de ܳó. Otros países que han participado en el esfuerzo de traducción fueron Palestina y Qatar, cuya contribución agregó un total de 400 libros en árabe puestos a disposición en la GDL y la plataforma asociada StoryWeaver, en la que se puede acceder libremente a los libros y utilizarlos en los planes de estudio escolares. En Camboya, la UNESCO apoyó la traducción de libros infantiles al jemer junto a su asociado Let's Read Asia (The Asia Foundation) y Norad, poniendo a disposición de forma gratuita casi 100 libros aprobados por el gobierno en jemer, así como 500 títulos en la biblioteca digital Let's Read, con planes del Ministerio para publicarlos en inglés y jemer en su plataforma nacional.
En 2022, tras el estallido de la guerra en Ucrania, la UNESCO, Norad y otros asociados presentaron una campaña de traducción ad hoc para proporcionar a los niños no escolarizados recursos de aprendizaje en ucraniano. La campaña favoreció la traducción de 175 recursos en 5 semanas, que abarcaban los primeros cursos básicos de matemáticas y la lectura de los primeros grados, puestos a disposición de forma gratuita en la GDL y accesibles mediante teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos móviles de aprendizaje. Actualmente, la UNESCO colabora con los gobiernos de Ghana e Indonesia para traducir respectivamente más de 200 libros en 12 lenguas locales para Ghana y más de 300 libros en indonesio y 26 lenguas locales de Indonesia.
Con el objetivo de sacar provecho del potencial de las tecnologías digitales para el aprendizaje, la 2021 de la UNESCO presenta principios y compromisos para garantizar que las tecnologías conectadas promuevan las aspiraciones de una educación inclusiva basada en los principios de justicia, equidad y respeto de los derechos humanos.