Una botella de plástico abandonada en una playa o en el océano tarda entre 400 y 450 años en descomponerse. Esto es lo que aprenden, entre otras cosas, los alumnos de la escuela del cuartel de Samba Diéry-Diallo, situado en la costa senegalesa, cuando debaten con Khadidiatou Diop, arqueólogo submarino. Juntos, hablan de la biodiversidad marina y del patrimonio subacuático que bordea el país, pero también de los peligros que corre esta riqueza.
En la actualidad, la biodiversidad costera y marina de Senegal está en peligro debido a los desechos plásticos. En este país, donde la pesca es una de las principales fuentes de ingreso, la contaminación está afectando gravemente a las zonas costeras, especialmente a las de la península de Cabo Verde. La contaminación por desechos plásticos es, por tanto, un desafío importante en la protección del medio ambiente en el país. A pesar de la aprobación de una ley en 2020 que prohíbe el uso de plásticos desechables y de un solo uso, sólo se reprocesan 9,000 toneladas de desechos de las 20,000 que se producen cada año. Los desechos plásticos restantes sin tratar amenazan la supervivencia de la fauna y de la flora, así como del patrimonio cultural marítimo de Senegal. La contaminación por plásticos también contribuye a la insalubridad y al agotamiento de los recursos naturales del litoral.
Si el océano está en peligro, es sin embargo el regulador de nuestro clima y nuestra biodiversidad y desempeña un papel esencial en la supervivencia de la humanidad. También es nuestro museo natural que alberga un patrimonio marítimo, material e inmaterial que es importante conservar y proteger. Los océanos siempre han sido una fuente de vida, historia y desarrollo. Por eso, desde hace varios años, las autoridades, las organizaciones y la sociedad civil buscan soluciones y modos de mejorar la situación. Se han puesto en marcha iniciativas locales para limpiar el litoral y concienciar a la población.

Para luchar contra los peligros cada vez mayores de la crisis climática, las comunidades locales han seguido implicando a los educandos y a los jóvenes en actividades de protección de la biodiversidad de Senegal. Para apoyar y complementar estas actividades existentes, la Oficina Regional de la UNESCO en Dakar puso en marcha en 2021 una iniciativa sobre el terreno destinada a sensibilizar a las poblaciones costeras senegalesas acerca de la protección de los océanos y a promover el patrimonio cultural marino. Estas actividades se han dirigido a las escuelas públicas y a las comunidades pesqueras de la región de Dakar.
Recientemente, se llevaron a cabo campañas digitales de sensibilización con motivo del Día Mundial de los éԴs, el 8 de junio de 2021. Al mismo tiempo, durante los meses de septiembre y noviembre de 2021 se organizaron actividades educativas y de sensibilización sobre la protección del medio marino y la promoción del patrimonio marítimo en la península de Dakar. Se distribuyeron carteles de sensibilización “El mar no es un basurero” entre las poblaciones costeras; se organizaron grupos de debate con los responsables de los muelles, los pescadores, los pescaderos y las mujeres que se dedican a la venta de productos pesqueros; se organizaron exposiciones sobre la composición del patrimonio marítimo senegalés y talleres de producción artística en las escuelas para facilitar la comprensión de los conceptos de patrimonio cultural subacuático y contaminación marina; por último, la campaña de sensibilización se difundió ampliamente en las redes sociales. Esta iniciativa sobre el terreno fue llevada a cabo conjuntamente por los Sectores de Cultura y ܳó de la Oficina de la UNESCO en Dakar y se alinea con la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de 2001, ratificada por Senegal en 2020.

La EDS empieza pronto
Dado que los niños y niñas de hoy son los adultos de mañana, la educación tiene un papel fundamental a la hora de abordar nuestros retos contemporáneos. “El mar no es un basurero” está motivado por esta idea y utiliza la educación como palanca de acción para sensibilizar a los jóvenes y a las comunidades locales sobre la importancia de proteger la biodiversidad marina y el patrimonio subacuático. La ܳó para el Desarrollo Sostenible (EDS) es, por tanto, el núcleo de esta campaña sobre el terreno. El objetivo de la EDS es dotar a los alumnos y alumnas de todas las edades de los conocimientos, las competencias, los valores y el poder necesarios para hacer frente a los retos mundiales interconectados, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las alteraciones subacuáticas, la utilización no sostenible de los recursos y las desigualdades.
En total, se llegó a al menos 15,000 usuarios de Internet mediante las campañas de divulgación y concienciación en los medios sociales y más de 30,000 escolares se beneficiaron de las actividades y el material educativo. La iniciativa permitió sensibilizar a los jóvenes de las comunidades locales sobre los peligros de la contaminación costera, las dificultades socioeconómicas asociadas a ésta, la destrucción del medio ambiente marino y costero y la necesidad de implementar soluciones sostenibles.

La campaña también ha servido para educar a los beneficiarios, especialmente a los jóvenes educandos, sobre la existencia y la necesidad de preservar el patrimonio cultural e histórico subacuático de Senegal. Por ejemplo, los investigadores e historiadores pueden trazar la secuencia de los acontecimientos históricos mediante el estudio de los restos del fondo marino, que constituyen un importante patrimonio que hay que conocer, comprender, preservar y transmitir a las generaciones futuras.
Durante mucho tiempo, el ser humano ha ocupado las costas y ha creado estrechos vínculos con su entorno marino. Esta interacción ha dejado huellas que ahora están en su mayoría sumergidas y se han convertido en importantes lugares patrimoniales que hay que preservar. Los elementos del patrimonio cultural subacuático se basan en diversos acontecimientos y aspectos del pasado: guerras, tráfico marítimo, civilizaciones, etc.

Pionera en la investigación arqueológica subacuática en África, ha participado en cursos de formación de la UNESCO sobre técnicas de arqueología subacuática, así como sobre investigación y gestión del patrimonio cultural subacuático. Su sueño es construir un museo marítimo en Senegal para que las generaciones futuras puedan conocer y sacar mejor provecho del rico patrimonio cultural subacuático de su país. La Sra. Diop es un brillante ejemplo de la juventud senegalesa que es capaz de reiventar -y reconstruir- un mundo en el que el mar no es un basurero.
- ¿Está interesado en colaborar con la iniciativa “El mar no es un basurero”? Póngase en contacto con: dakar@unesco.org.
- Más información sobre el trabajo de la UNESCO en materia de ܳó para el Desarrollo Sostenible.