Proyecto
Del litoral al bosque: cómo la naturaleza empodera a los jóvenes tanzanos
Gracias al proyecto de la UNESCO “Mejor ܳó para el Desarrollo de África” (BEAR), Pavu Mcha Hamisi y Ramadhani Abdullah Makame, dos personas extraordinarias, han logrado convertir estos recursos naturales en herramientas para su empoderamiento. Sus historias reflejan la resiliencia, la creatividad y la promesa de la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP) en la transformación de vidas y comunidades.

La trayectoria y transformación de Pavu en empresario de algas marinas
Pavu Mcha Hamisi, una mujer de 38 años que habita una aldea costera, nunca imaginó que las algas que había visto toda su vida pudieran convertirse un día en el punto de partida de su exitosa historia.
“Gracias al proyecto BEAR II, pude recibir una formación sobre cómo crear relaciones a través de grupos comunitarios, marketing en línea y elaboración de productos a partir de las algas marinas. El proyecto me proporcionó incluso el capital inicial para poner en marcha mi propio negocio”, explica.
“Ahora, fabrico una línea de productos a base de algas como champú, lociones, aceites corporales, exfoliantes y aceites para masajes. Con la seguridad alcanzada, he podido ampliar mi negocio mediante el marketing en línea y, cabe señalar que estoy vendiendo más que nunca. Las ventas se han duplicado gracias a la harina de algas, que se ha convertido en el producto preferido de mis clientes”.

El hecho de tener ingresos estables ha cambiado la vida de Pavu y su familia, proporcionándoles la tranquilidad necesaria para cubrir sus necesidades.
A medida que su negocio crece, aumentan también los desafíos. Hoy en día, Pavu utiliza un molino de granos que no está diseñado para moler las algas, lo que hace que su producción sea más lenta. Por eso sueña con una trituradora específica para algas y espera poder adquirirla un día gracias al apoyo constante de la UNESCO.
La historia de Pavu es un testimonio de cuanta fuerza tiene el apoyo, la formación y contar con algo de capital.
Ya no me preocupan las necesidades cotidianas. Gracias a la UNESCO, he podido salir de la pobreza y sé que otros también podrán hacerlo.
Mientras la historia de las algas muestra el poder transformador del océano, la trayectoria siguiente nos llevará al corazón de los bosques de la República Unida de Tanzania, un sitio en que la madera se convierte en un medio de artesanía e innovación.
La trayectoria de un carpintero hacia el éxito y la sostenibilidad
Desde 2018, Ramadhani Abdullah Makame, un carpintero de 28 años originario de Zanzíbar, ha experimentado grandes cambios en su vida tras participar en la formación del proyecto BEAR II, que le permitió aprender el oficio de carpintero, el reciclaje de materiales, la transformación de desechos en nuevos productos valiosos, la conservación del medioambiente y el marketing.
Como resultado, ahora Makame sobresale en la fabricación de muebles e incorpora las capacidades adquiridas en materia de conservación del medioambiente y de atención al cliente, algo que se ha convertido en la clave de su creciente éxito.

“Antes fabricaba productos, pero conseguir clientes era un problema. La formación me orientó sobre cómo atraer y conservar a los clientes, y cómo entablar buenas relaciones con otros compañeros”.
La clientela de Makame ha aumentado considerablemente, algo que significa mayores ingresos y un entorno laboral más satisfactorio.
“Poseo la tierra, así que decidí plantar árboles frutales. Ahora, utilizo el estiércol que obtengo de mi propia industria para enriquecer mi granja”, afirma con orgullo.
La formación recibida en materia de conservación medioambiental le ha inspirado para tener una influencia mayor. Makame transforma ahora los materiales de desecho de su carpintería en abono, y lo utiliza como fertilizante para los árboles frutales de su granja. Este enfoque ecológico le ha permitido combinar sus capacidades como carpintero con su pasión por la sostenibilidad.
Makame también incita a otros jóvenes para que asistan a sesiones de formación similares, haciendo hincapié en la importancia de las capacidades interpersonales a la par de los conocimientos técnicos.
“Aunque muchos jóvenes tienen capacidades, carecen de los conocimientos necesarios para utilizarlas de manera eficaz. Espero sinceramente que la UNESCO siga proporcionando estas formaciones, especialmente en materia de atención al cliente y capacidades interpersonales. Estas competencias han transformado significativamente mi negocio”, concluyó.
Gracias a su dedicación, las nuevas técnicas adquiridas y su compromiso con la sostenibilidad, Makame ha convertido su centro de carpintería en un modelo exitoso de sensibilidad ecológica, sirviendo de inspiración a otros miembros de su comunidad para que sigan sus pasos.
El proyecto “Mejor ܳó para el Desarrollo de África” (BEAR por sus siglas en inglés) es un proyecto insignia dedicado a la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP) en África. La UNESCO ha estado implementando este proyecto en el continente desde 2011 con el apoyo financiero del Gobierno de la República de Corea. La segunda fase (2017-2022) se llevó a cabo en cinco países de África Oriental.