“En Malawi, la educación es la única válvula de escape para que las niñas y las mujeres logren salir de la pobreza y los abusos”, afirma Wezzie Kacheche, docente de secundaria de la región septentrional de Malawi. “Aprender sobre la salud y el bienestar ayuda a los jóvenes adquieran poder de negociación en lo relativo a sus necesidades y sus derechos”.
En Malawi, más de la mitad de las mujeres que no han asistido nunca a la escuela quedaron embarazadas durante su adolescencia, contra solo un 19% entre aquellas que han realizado estudios secundarios, según los datos recopilados en el país. Las tasas de matrimonio precoz tanto de las niñas como de los niños en el país ocupan también la cuarta posición entre la más elevadas de los países del África Oriental y Meridional. Esto demuestra hasta qué punto es esencial centrarse en la educación sanitaria para mejorar la trayectoria escolar, erradicar el matrimonio precoz y los embarazos no deseados y contribuir a romper el ciclo de la pobreza.
Conozca a Wezzie, una docente ejemplar en cuanto a las competencias para la vida
Wezzie enseña biología y competencias para la vida en la escuela secundaria comunitaria de Lupaso. La educación para la vida cotidiana, también llamada educación integral en sexualidad (EIS) en otros países, es su asignatura favorita, que imparte desde hace 18 años. “En una época en la que los jóvenes obtienen la mayor parte de su información en Internet o hablando con sus compañeros, la EIS les ayuda a obtener la información adecuada sobre la salud y la sexualidad, y a desmitificar la adolescencia”, afirma Wezzie.
Cada vez son más los alumnos de la escuela de Wezzie que abandonan los estudios debido a los embarazos precoces y no deseados, los matrimonios precoces y el abuso de drogas y sustancias. Aprender sobre salud y bienestar es vital para sus alumnos: “Cerca del 20% de los alumnos proceden de hogares encabezados por niños, el 40% vive con familias monoparentales y el 30% con abuelos u otros parientes. La mayoría carece de los conocimientos básicos para sobrevivir, y algunos sólo pueden permitirse una comida al día", afirma Wezzie.
También sabe, por su propia historia, lo importante que puede ser la EIS para los jóvenes. Wezzie quedó embarazada siendo joven, algo que atribuye a su falta de conocimientos sobre los servicios de salud sexual y reproductiva.
“Las dificultades, el estrés y las cargas que sufrí durante y después del embarazo fueron insoportables”, recuerda. “Empecé a compartir mi experiencia con chicas en clubes juveniles. Desde entonces, mi misión ha sido apoyar a los jóvenes para que comprendan su sexualidad y tomen decisiones sanas para tener una vida feliz”.
Empoderar a los jóvenes para aprender y prosperar
El compromiso de Wezzie con la educación sanitaria ha representado una verdadera diferencia para sus alumnos. “Una de las chicas de mi clase estaba a punto de abandonar sus estudios debido a su actividad sexual de riesgo y a sus hábitos de consumo de alcohol. Al ver un vídeo sobre las infecciones de transmisión sexual durante mi clase, acudió a mí para buscar más información en privado”.
Wezzie la apoyó con asesoramiento individual y le propició información. “Ahora es una persona diferente y su rendimiento escolar es prometedor, porque se está centrando en su educación”, afirma Wezzie. “Su cambio de trayectoria sirve ahora de ejemplo para que otros estudiantes sigan un camino más sano”.
Wezzie se benefició de una formación de la UNESCO sobre contenidos y metodología de la enseñanza de la EIS: “Hoy puedo afirmar con satisfacción que soy una docente competente y bien preparada en EIS. Las capacidades para la vida es ahora una de las asignaturas más elegidas por los alumnos”.
Defender la educación para la salud y el bienestar
Enseñar competencias para la vida o EIS no es tarea fácil. “Durante mucho tiempo, nuestra cultura había guardado silencio sobre la sexualidad y, cuando me incorporé al servicio docente en 2004, los docentes estaban preocupados por la EIS”, afirma. “Los que enseñábamos la asignatura estábamos mal vistos. Sin embargo, recibimos formación y apoyo de organizaciones como la UNESCO, adquirimos más competencias, nos mantuvimos firmes y seguimos enseñando la asignatura decididos y confiados”.
Optimista, Wezzie tiene grandes esperanzas en el futuro de sus alumnos. Sigue previniendo el abandono escolar, los embarazos precoces y los matrimonios precoces en su escuela mediante una práctica docente centrada en la salud. Wezzie también reconoce la importancia del apoyo psicosocial y del servicio sanitario juvenil para los alumnos.
Uno de sus sueños es “que todos los alumnos tengan acceso a una EIS de calidad” en Malawi y en todo el mundo. “Ayuda a los estudiantes a tomar decisiones saludables sobre su salud y bienestar y a centrarse en su educación, algo clave para su empoderamiento socioeconómico, y les ayuda a vivir una vida feliz”.
La educación para la salud y el bienestar impartida en la escuela está marcando la diferencia en la educación y la vida de muchos jóvenes. Aunque casi todos los países reconocen la importancia de la salud y la nutrición en las escuelas, en la práctica la realidad no responde a quienes más lo necesitan y existen grandes discrepancias. En un esfuerzo conjunto, la UNESCO, junto con el UNICEF, el PMA y otros asociados, ha publicado un nuevo informe mundial titulado "Preparados para aprender y prosperar" sobre la salud y la nutrición en las escuelas de todo el mundo.
Más información:
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