¿Por qué cultura y educación?

¿Cuál es la experiencia de la UNESCO en el fomento de la Cultura y la ܳó?
Desde su fundación, la UNESCO ha tomado medidas para promover las artes en la educación general, basándose en su amplia gama de competencias, conocimientos y redes. Los vínculos entre la cultura y la educación se han puesto de relieve en informes mundiales emblemáticos sobre la educación y la cultura, tales como el de 1972, el de 1996, así como en iniciativas culturales clave, incluidas dos conferencias mundiales sobre políticas culturales celebradas en México en 1982 y en Estocolmo en 1998. En 1999, los Estados Miembros respaldaron un llamamiento del Director General para promover la educación artística y la creatividad en las escuelas de todo el mundo. A raíz del firme interés de los Estados Miembros, se celebraron dos conferencias mundiales de la UNESCO sobre educación artística en 2006 y 2010, con el apoyo de los Gobiernos de Portugal y la República de Corea, respectivamente. Sus resultados, (Lisboa) y la , siguen orientando a los responsables de la formulación de políticas en la actualidad.
A través de sus instrumentos normativos, la UNESCO ha articulado las sinergias entre cultura y educación en acciones normativas y recomendaciones políticas. En el ámbito de la cultura, la UNESCO ha promovido el aprendizaje del patrimonio, tanto material como inmaterial, como forma de ampliar las perspectivas y profundizar en el conocimiento de la historia y la sociedad, para reforzar la protección y transmisión del patrimonio, así como para enriquecer el entendimiento intercultural y la apreciación de la diversidad cultural. Ha comprometido a la educación como motor para el desarrollo de la creatividad y el talento, y a las capacidades para impulsar la creación de empleos y una economía creativa próspera. En el ámbito de la educación, la UNESCO ha abordado las dimensiones culturales para abrir vías que permitan a los educandos de todas las edades acceder y beneficiarse de una educación de calidad que sea pertinente en cada contexto, y para fomentar un mayor entendimiento y respeto de todas las culturas, valores y formas de vida. Este trabajo recibió un nuevo impulso con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en 2015, y el papel esencial de la cultura y la educación en la aceleración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 4 sobre educación de calidad.
¿Por qué urge ahora?
En los últimos años se ha puesto de relieve la necesidad de reforzar las sinergias entre cultura y educación en la labor de la UNESCO. A medida que las oportunidades y los retos mundiales han ido evolucionando -desde la rápida transformación digital hasta el aumento de las migraciones, el cambio climático, los conflictos y los retrocesos democráticos-, las necesidades sociales también han cambiado. Las competencias, los valores y los comportamientos promovidos por la educación cultural y artística se han vuelto más cruciales que nunca. Los Estados Miembros de la UNESCO han pedido una alianza más estrecha entre la cultura y la educación para responder mejor al panorama mundial actual e impulsar enfoques educativos más holísticos e integrados. La reciente Comisión Internacional sobre los Futuros de la ܳó fomenta un nuevo contrato social para la educación, que se enriquezca con una mayor diversidad de experiencias culturales y formas de saber y ser. La reciente Declaración Final de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre ʴDZíپ Culturales y Desarrollo Sostenible - MONDIACULT 2022 comparte esta visión de mayores sinergias entre la cultura y la educación, al tiempo de afirmar que la cultura es un bien público mundial. Estos planteamientos también están en consonancia con la respuesta de todo el sistema de Naciones Unidas "Nuestra Agenda Común", que insta a reforzar la gobernanza de los bienes comunes y públicos mundiales para forjar un futuro más sostenible y pacífico para las personas y el planeta en los próximos 25 años.
La UNESCO se ha embarcado así en un nuevo capítulo de colaboración intersectorial que aprovecha los recursos tanto de la cultura como de la educación en acciones integradas encaminadas a sostener sociedades más inclusivas, ágiles y resilientes. Establece un terreno común para la cooperación sobre cómo la educación y la cultura pueden beneficiarse y apoyarse mutuamente, con nuevas iniciativas en la intersección de estos dos ámbitos.

¿Cómo está trabajando la UNESCO para abordar esta cuestión?
Partiendo de una visión conjunta sobre cómo la cultura y la educación pueden beneficiarse y apoyarse mutuamente, en 2020 se puso en marcha una iniciativa intersectorial entre los Sectores de Cultura y ܳó, que allanó el camino para la aprobación por la 40ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO, en noviembre de 2021, de un Programa Intersectorial (PI) 1 sobre Cultura y ܳó: Aprender para la diversidad: reforzar las sinergias entre la cultura y la educación para lograr sociedades inclusivas, sostenibles y resilientes. El Programa Intersectorial tiene como objetivo profundizar en las sinergias entre la cultura y la educación en los programas y actividades relacionados de la UNESCO, para fomentar el intercambio de conocimientos, competencias y experiencias, así como para mejorar las experiencias y los resultados del aprendizaje.
Esta labor supone rearticular la educación en contextos culturales, reforzar las dimensiones culturales en una serie de entornos educativos, estableciendo nuevas y más amplias asociaciones entre la enseñanza y el aprendizaje, así como explorando pedagogías innovadoras que desarrollen las capacidades de los educandos para comprometerse de forma responsable tanto a escala local como mundial, incluidas las personas con discapacidad y las que se encuentran en situaciones vulnerables.
Dentro de esta actividad intersectorial, la UNESCO dirige una serie de proyectos en todo el mundo, desde la educación de calidad y el cambio climático hasta la inclusión social y la libertad de expresión.