Noticia
Premio L'Oreal UNESCO Argentina fue otorgado a Juliana Cassataro, creadora de la vacuna argentina contra COVID-19
La creadora y líder del desarrollo de “ARVAC Cecilia Grierson” -la primera vacuna diseñada y producida íntegramente en Argentina como refuerzo contra el COVID-19- acaba de ser reconocida con el Premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.
"Quisimos aprovechar al máximo nuestras capacidades. Conocíamos la calidad de la ciencia y la industria farmacéutica en Argentina, así que nos propusimos unir esas fortalezas para desarrollar nuestra propia vacuna contra el COVID-19", expresa la investigadora que encabezó el proyecto.
Más de quinientos profesionales y técnicos de veinte instituciones públicas y privadas del país participaron en este esfuerzo conjunto, incluyendo la Fundación y el Laboratorio Pablo Cassara, donde actualmente se produce la vacuna que ya ha sido aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
El proyecto galardonado de Cassataro lleva por título "Evaluación de la respuesta de anticuerpos contra antígenos de SARS-COV-2 en una subpoblación de participantes del ensayo fase 2/3 de la vacuna ARVAC Cecilia Grierson".
Cassataro explica: "Con la vacuna ya aprobada, en este proyecto en particular, buscamos evaluar la respuesta inmune de un subgrupo de voluntarios en las mucosas. Ya se han presentado los resultados generales de la respuesta inmune de anticuerpos en sangre, y hemos observado que es muy efectiva. Ahora queremos determinar si también hay una respuesta en la saliva".
La científica, de 49 años y también profesora en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), destaca el constante desafío de liderar este proyecto como mujer: "Lamentablemente, no hay tantos ejemplos de liderazgo femenino, pero creo que las mujeres debemos liberarnos de la culpa y aprovechar al máximo nuestras capacidades, ocupando los roles que nos interesan, porque nadie nos esperará cuando no estemos".
Abuelos y docentes como inspiración para la vocación científica
El camino elegido por la Dra. Cassataro la llevo desde su infancia hasta ser galardonada con el Premio L´Oréal-UNESCO con dos insignias claras, la influencia de sus abuelos y la educación pública.
“Yo desde el jardín de infantes cursé todo en la educación pública. Soy una agradecida de esa educación, que me llevó hasta acá. Ya desde muy chica me interesaba muchísimo todo lo que era ciencias de la vida, los animales, las plantas, leía mucho”, dice la investigadora, que pasó su infancia en Mar del Plata.
El primer incentivo hacia la carrera científica le llegó de la mano de sus abuelos, que le compraban libros de biología. En la secundaria, que cursó en el Colegio Illia de la ciudad balnearia, la inspiraron sus profesores de biología, química y matemática. “Eran docentes apasionados. Creo que eso es lo que me hizo estudiar Biología en la Universidad de Mar del Plata, donde tuve una formación excelente”, recuerda.
Mujer, madre y científica líder
Una de las características que signaron su carrera es el esfuerzo.
“Siempre tomé con muchísima responsabilidad al trabajo. Quizás por el hecho de ser mujer y madre, cuando hice el proyecto financiado por la Fundación Bill Gates, por ejemplo, mis hijas eran pequeñas y yo sentía que tenía que trabajar más por si un día se enfermaban y tenía que faltar. Tenía un tema con la autoexigencia muy grande, que siempre lo tuve, y que creo que lamentablemente hay que tenerlo para llegar a los lugares que una quiere. Sumado a que la maternidad es un momento muy fuerte para todas las trabajadoras, y se juega un conflicto muy fuerte entre tener que estar mucho tiempo en la casa y a la vez tener que estar en el trabajo”.
La científica añade que “lo que aprendí de mi experiencia es si uno hace lo que quiere y disfruta de lo que hace lo tiene que transitar con la menor culpa posible. La vida se trata siempre de elegir algún camino, y nunca nada sale perfecto, pero hay que hacer lo máximo posible. De eso se tratan los fracasos, los errores. No hay previsión posible. Es caminar, seguir, avanzar. Si yo miro para atrás, creo que eso es lo que hice siempre”.
Apostar al desarrollo científico en Argentina
Cassataro ha depositado su confianza en el avance científico en su país y ha creído en la imperiosa necesidad de desarrollar una vacuna argentina contra el coronavirus.
"Muchas personas nos cuestionan por qué sería necesario crear una vacuna argentina cuando ya existen opciones extranjeras, o en un momento en el que la mayoría ya está vacunada. Sin embargo, la realidad es que el virus sigue evolucionando. Así que, por un lado, incluso si estamos vacunados, si el virus muta, la respuesta inmunológica inducida por la vacuna anterior deja de reconocerlo. Especialmente los adultos mayores y las personas en riesgo podrían necesitar refuerzos. Además, es crucial prepararse para cambios significativos en las variantes, lo que podría desencadenar una nueva pandemia. Ojalá que no suceda, pero ya hemos alcanzado todas las capacidades necesarias y estamos listos para futuros desarrollos contra el COVID-19. Además, ya contamos con la capacidad instalada para concebir nuevas innovaciones", asegura Cassataro.
Con el reconocimiento de L'Oréal, ahora van a evaluar la eficacia de la vacuna en una nueva fase a través de las mucosas, es decir, la saliva, de un nuevo grupo de voluntarios.
"Me enteré de que había ganado este premio el mismo día en que presentamos la vacuna ARVAC. Estaba eufórica ese día", admite Cassataro. "Ganar un premio como el de L'Oréal es un orgullo para mí. Siempre he admirado a quienes lo han recibido en el pasado. Es un premio que destaca el trabajo de muchas mujeres y subraya la importancia de trabajar en la ciencia, algo que considero verdaderamente hermoso", concluye la científica.
La UNESCO y la Fundación L'Oréal tratan de reconocer a las mujeres investigadoras que, por el alcance de su trabajo, han contribuido a superar los desafíos mundiales actuales.
Hoy en día, solo el 30% de los investigadores son mujeres. Los estereotipos ocultan una parte importante de la historia científica y perpetúan la desigualdad de género en el acceso a estos campos de estudio y carreras.
No podemos permitirnos privarnos del talento de la mitad de la humanidad: las mujeres hacen avanzar la ciencia y la ciencia hace avanzar al mundo.